Nueva York. Antes el mundo se conocía a través de las revistas. Una vez a la semana, lo último que ocurría en el planeta se podía ver sobre papel, en gran formato e imágenes impactantes. La salida a la venta de Life era todas las semanas un acontecimiento. La revista neoyorquina informaba con impresionantes imágenes sobre guerras, tribus recién descubiertas o nuevas dictaduras. Life era un acontecimiento en sí y los mejores fotógrafos trabajaron para la revista a la que hombres de Estado confiaban la publicación por entregas de sus biografías. Ahora este icono del periodismo y biblia de fotógrafos sobrevive en internet y mañana cumple 75 años.
"Trabajar para la revista no es trabajo, es una aventura", afirma Bill Shapiro, el actual redactor jefe, que al hablar de Life suena casi como un devoto. "Es realmente un honor trabajar aquí. Las grandes firmas del periodismo trabajaron para esta revista y ese legado ejerce a diario un poco de presión sobre nosotros", añade. Robert Capa, Alfred Eisenstaedt, Gisèle Freund y Andreas Feininger hicieron fotos para Life, mientras que Churchill, Truman y MacArthur publicaron sus biografías. Life era una revista de culto. La idea partió de Henry Luce, quien ya concibió Time o Sports Illustrated. En 1936 compró los derechos del nombre de una gacetilla de caricaturas y convirtió Life en una revista de fotos que durante dos generaciones fue una de las más importantes fuentes de información. "Antes de que existiese la televisión, había Life", dice Shapiro. "¿Cómo si no se podía vivir el mundo si no era a través de la cámara de los grandes fotógrafos?". Y en los inicios hubo mucho material que fotografiar: Hitler, Stalin y Mussolini interesaban también en los lejanos EE.UU., pero también la Guerra Civil en España. Todo parecía más cercano cuando llegaba a los hogares en esas grandes fotos de la revista. Mítica es la foto tras el fin de la II Guerra Mundial en la que un marinero besa a una enfermera en Times Square, y que tal vez se ha convertido en la foto más conocida de Life. Y a la vez la revista estaba haciendo política. "Los estadounidenses vieron cómo era la guerra de Vietnam", recuerda Shapiro. "Eso dejó huella y la guerra se hizo cada vez más impopular". Pero también ocurrió todo lo contrario: "Life amaba a Kennedy. Era joven, guapo y encima tenía a su lado a Jackie. Y era tan listo que se dejó fotografiar en casa. Por eso estaba siempre en la portada, mientras que sus opositores no". Finalmente John F. Kennedy ganó por muy poca diferencia en 1960 a Richard Nixon.
Pero cuando la gente comenzó a ver la televisión, dejó de ojear la revista. A fines de los 60 concluyó la era dorada del fotoperiodismo y en diciembre de 1972 llegó el fin. Life estaba en las últimas. Sólo se realizaban ediciones especiales, pero se vendían bien a pesar de que costaba 2 dólares y en 1978 regresó. Sin embargo, en el año 2000 se acabó de nuevo y en 2004 consiguió volver a respirar aun cuando sólo fuese como suplemento de un diario. Esta aventura duró tres años y desde entonces la revista vive en Internet. "Por supuesto que me encantaría volver a ver la revista en un kiosco", dice Shapiro. "Pero Internet ofrece enormes ventajas.