Munich. Kelly Osbourne se ha pasado la vida en los titulares como hija del escandaloso rockero Ozzy y como adolescente rellenita con problemas de drogas. Ahora, a sus 27 años, se ha convertido en un icono del estilo. Madonna y su hija Lourdes la eligieron como rostro de su marca Material Girl y modera el show Fashion Police en E! Entertainment. Asegura que "Fashion Police es un programa de moda en tono de comedia, y si los afectados se lo toman tan mal que se enfadan, están en el sector equivocado. Lo interesante es que sólo se quejan los famosos de nivel C, los que quieren ser famosos. Los grandes saben reírse de sí mismos". Sobre su llamativa pérdida de peso y su conversión en un icono del estilo, asegura que esto "sólo depende de lo seguros que nos sintamos vistiendo. Y eso no tiene nada que ver con el tamaño de las tallas. Pero seguramente en el mundo de la moda es distinto, mucho más superficial".

En cuanto a su cambio de vida, dice que primero cambió ella y después su vida, "y luego adelgacé. No es ningún secreto que pasé por una desintoxicación, y me he librado de las drogas. La gente me tomaba por una loca fiestera. Pero eso quiero dejarlo claro: nunca tomé drogas para salir de fiesta. Tomé drogas porque me odiaba a mí misma. Ahora he aprendido a quererme". Sin embargo, nunca ha deseado otra familia. "Veo las supuestas familias normales de mis amigos y están tocando fondo. El padre tiene un lío con la secretaria, la madre con el jardinero y el hijo toma cristal. Pero todos los consideran una familia de libro porque el césped está recién cortado y la casa bonita". >dpa