Cuando el 26, Gregg Allman se baje del escenario de la Virgen Blanca y todo se termine, ¿qué tiene que haber pasado para que en la organización del ARF estén, como mínimo, satisfechos? Que, a poder ser, haya hecho buen tiempo, que hayamos visto buenos conciertos y que tanto con lo de Mendizabala como con el resto del programa paralelo hayamos disfrutado. Vamos, que la gente se lo pase bien. Eso nos haría felices.

Dejando a un lado el décimo aniversario, los actos paralelos y todo lo que rodea a este año, ¿cómo podemos definir el cartel de 2011? Como uno de los más interesantes de la historia del festival. Es un cartel en el que hemos hecho muchos esfuerzos por traer a bandas que nunca antes habían pasado por el certamen, grupos muy interesantes que hemos perseguido a lo largo de muchos años y que, por fin, hemos conseguido que acudan a Mendizabala. Y luego está la única banda que sí repite, que es el grupo que fue votado por más de 13.000 personas como el que mejor concierto ofreció dentro de la historia del festival y que es Queens of the Stone Age.

De todas formas, ¿ha costado bastante cerrar este cartel? Sí, pero tampoco es la primera vez (risas). A lo largo de la historia del festival siempre ha costado, pero eso tiene que ver con el hecho de que nosotros tratamos de ofrecer lo mejor, damos muchas vueltas a las cosas intentando sumar al mayor número de artistas de calidad posible. Claro, eso se traduce en intentar agotar todas las vías y hacerlo hasta el final. En este décimo aniversario hemos estado trabajando en determinadas cuestiones hasta el último momento, no nos queríamos rendir a las primeras de cambio, pero bueno, al final no se han podido conseguir determinadas cosas y ya está.

De lo que no ha podido ser, tampoco sé si merece mucho la pena hablar puesto que ya no hay remedio. Pero sí va a darse este año una novedad en Mendizabala, la existencia de un tercer escenario y algunos conciertos que se producirán de manera simultánea, algo que parece que, en un primer momento, no ha gustado mucho a aquellos seguidores que así lo han expresado en las redes sociales. Esto es como todo, que hay veces que lo que a uno le gusta a otro le disgusta. Esto del tercer escenario nació de una encuesta que realizamos en su momento para ver cómo podíamos crecer o ir más allá, y hubo muchos seguidores del ARF que coincidieron en que querían un tercer escenario para que hubiese más propuestas. Este año lo hemos hecho, eso sí, muy tímidamente porque en tres días sólo van a pasar seis bandas por ahí, y con horarios que, en varios casos, coinciden con tiempos muertos. Queremos ver si esa propuesta que lanzó el público a través de la web cuando pedimos ideas funciona o no. Muchas de las cosas que hemos hecho han seguido el mismo camino, necesitas probar para ver si funciona.

Dentro del recinto habrá también teatro, una capilla para casarse al estilo Las Vegas... ¿Mendizabala ya da para tanto? Sí. Hemos ensanchado el espacio hacia abajo y hemos ocupado más zonas. Hombre, pensando en un futuro, no es un recinto todo lo grande que nos gustaría, pero de momento nos defendemos bien allí. Es más, todavía se pueden hacer más cosas en Mendizabala. Vamos a ver cómo funcionan las nuevas propuestas de este año y a partir de ahí ya veremos.

Todavía quedan unos días para que todo comience pero, y más dentro de las expectativas que genera cualquier aniversario, ¿la taquilla está respondiendo por ahora? Sí, está respondiendo muy bien. Lo más seguro es que este año, si seguimos al ritmo que vamos, el festival vaya a alcanzar una cifra histórica. Bueno, es que ya de salida hemos batido un récord con el jueves porque tal y como está ha superado a todos los demás. Y en los otros dos días vamos a estar a la misma altura de las últimas ediciones.

Poco hay que decir de los grandes nombres, pero ¿qué sorpresas se puede esperar el gran público que acuda a Mendizabala? La mayor parte de la gente se fija en los nombres que están arriba en el cartel, y eso es lógico, pero lo que siempre da la nota es lo que está en la zona media o abajo. Este año va a haber cosas que van a gustar mucho como pueden ser Primus, como Bright Eyes, Band of Horses... incluso Eels va a sorprender a gente que es más talibán. O Black Country Communion con Glenn Hughes, que para mí es uno de los mejores vocalistas de la historia de la música. Creo que hay cosas muy interesantes y que la línea media del festival es alta.

Además de todo lo que suceda en el recinto, con esto del décimo aniversario se van a celebrar muchas otras cosas por el resto de la ciudad, aunque no sé si de lo que tenían previsto a ahora se han quedado muchas o pocas cosas en el tintero. Estamos contentos con lo que vamos a dar pero se nos han quedado bastantes cosas en el tintero porque no hemos encontrado los apoyos necesarios para sacarlos hacia adelante, no hemos tenido mayor capacidad de trabajo para hacer más, por... Pero bueno, el año que viene cumpliremos once ediciones y lo que no se ha podido hacer en el décimo cumpleaños esperamos que se pueda realizar en el undécimo, o el siguiente, o... Pasa con los nombres de los artistas y con otras cosas. Esto es una carrera de fondo en la que sabemos cuáles son nuestros objetivos y la clave es ir consiguiéndolos poco a poco.

Lo que pasa es, y permítame la broma, que el día que consigan traer, por ejemplo, a Tom Petty a alguno le puede dar un infarto después de diez años de peticiones casi diarias. No creas, el día que consigamos a Tom Petty nos vamos a encontrar a gente a la que le va a parecer fatal (risas). Uno añora algo, está loco por verlo y el día que lo traes, le parece poco o que no es el momento. Estamos acostumbrados ya a esas cosas. Esos cuatro o cinco nombres que llevan toda la vida del ARF circulando, seguirán ahí y si al final terminan viniendo, la gente tampoco estará satisfecha del todo. Es así. Los rockeros somos así por naturaleza, siempre pedimos más. Pero estamos acostumbrados a ello y lo entendemos porque vivimos lo que nos gusta, y lo que nos gusta, que es el festival, lo vivimos.

Entre las actividades paralelas, ¿alguna que le haga especial ilusión haber podido conseguir? Todas porque llevamos mucho trabajando en ellas y era un gran reto intentar sacar el festival más allá de Mendizabala y de la música. Ver a una orquesta tocando clásicos del rock, el concierto en la Catedral Santa María, la exposición de Pep Bonet sobre Motörhead en su presentación mundial, el teatro... cosas tan sencillas como el de las bodas tipo Las Vegas en un año en el que estamos rindiendo un homenaje a esa ciudad, es algo importante. Estas actividades nos llenan igual que lo van a hacer otras que saldrán más adelante como el libro que estamos haciendo o la película de Juanma Bajo Ulloa. Con todo ello queremos que la gente vea lo que es el Azkena Rock Festival.

A pesar del nombre, el encuentro gasteiztarra será para Last Tour el primero de un verano muy intenso que luego viajará al BBK Live, al Sonisphere y al EnVivo. ¿Mira a estos meses con ganas de salir corriendo en dirección contraria? Quieras que no, ya estamos curtidos. Estamos por encima de los 30 grandes festivales organizados en estos años. No hay uno que sea el primero del año y otro el último, va todo en cadena y no para. Ahora lo que empezamos es a escenificar todo el trabajo que venimos realizando, pero esto no se detiene. Somos un equipo muy grande y experimentado con lo que los retos cada vez son más asumibles. Hombre, tienes tus vértigos profesionales porque tenemos mucha responsabilidad, pero tratamos de hacerlo lo mejor posible.

No sé si estos últimos días antes de que llegue el certamen, Javi Arnaiz y usted se han mirado a la cara y se han dicho: "te acuerdas..." Sí. Realmente cuando te planteas hacer un gran festival, realizar uno es increíblemente complicado y difícil, repetirlo es tremendo, pero llegar a cumplir diez ediciones en este estado de forma después de invertir tanta energía y fuerza es casi imposible. Ahora que hemos llegado hasta aquí ves que aquel sueño que tenías y que no era más que eso, un sueño, es realidad y, además, con buena salud y mucha proyección. Todo lo mejor está por venir.

Los últimos años, eso sí, han pasado con la crisis en pleno apogeo, y este 2011 no va a ser una excepción. La crisis afecta a todos los bolsillos y mucho más al del ocio. Hace ya unos años venimos trabajando en líneas de acción basadas en abaratar el coste al público y, la verdad, han sido medidas que nos han funcionado bastante bien. ¿Meteríamos más gente en el décimo aniversario hace cuatro años? Sí, seguro, pero incluso con la crisis actual nos estamos moviendo en números de asistencia de récord así que nos sentimos satisfechos.

Una crisis que también afecta a las instituciones y empresas privadas con las que no sé cómo evolucionan las relaciones... Sí se nota. Para el décimo aniversario nos hubiera gustado tener un poco más de apoyo para hacer otras actividades por la ciudad. Nuestra intención es que el festival crezca también a lo ancho, que se produzcan más cosas, que más gente acuda más días a Gasteiz pero no nos hemos encontrado con mucho apoyo. Bueno, con bastante poco cercano a nada. Entiendo que estamos en una situación de crisis, pero para otras cuestiones sí hay dinero aunque se podrían hacer en otro momento. Eso sí, diez ediciones sólo se cumplen una vez. Sí esperábamos un poco más de complicidad por parte de instituciones y demás, pero bueno no ha podido ser. Al final hemos podido sacar adelante muchas cosas y hemos encontrado compañía en gente como el Conservatorio Jesús Guridi, la Catedral Santa María... gente que sí se ha implicado y que en cuanto le hemos dicho que queríamos intentar esto o lo otro se han sumado al carro y han tirado de él. Pero ya te digo, sí hemos echado en falta a otros.

Por cierto, ¿no sé si ha hablado con usted ya Encina Serrano? Sí, sí.

¿Otra de vez de concejal de Cultura, volvemos a los principios del ARF? Sí (risas). Me acuerdo como si fuera ayer de cuando en 2002 empezamos a mover este proyecto y queríamos ver si podía ser y si había gente que nos quería acompañar. La persona que más empeño puso en aquel momento por presentar el certamen a todo el mundo y por hacer que esto saliera bien fue Encina. Al margen de cuestiones políticas, yo estoy muy contento de haber compartido ese camino con ella y ahora que vuelve a estar ahí vamos a colaborar seguro. Hizo mucho por el festival, pero mucho. También cuando hubo cambio de gobierno y estuvo Maite Berrocal se realizaron muchas cosas, sobre todo porque cuando la crisis estaba ya pegando fuerte se realizó una nueva apuesta por el evento.

Entre tanto trabajo estos días, ¿habrá tiempo para soplar las diez velas o eso son sensiblerías? Claro que las soplaremos. Es nuestro primer décimo aniversario en cuanto a los festivales que organizamos. Es un hito, algo muy importante. Es para celebrarlo. En Mendizabala, en la zona del casino, soplaremos las velas.