vitoria. "Un pájaro no canta porque tenga una respuesta. Canta porque tiene una canción". Por eso, como en el proverbio chino, se forman los coros. Porque hay personas que se descubren conquistados por esas canciones y no desean poseerlas, guardarlas para ellos solos, cultivarlas únicamente en el tarareo de su silencio. Quieren cantarlas y, si es caso, bailarlas. Como cantará y bailará una efímera república de armonía que se erigirá en Gasteiz el sábado 7 de mayo.

Dos asociaciones de vecinos, Judimendikoak y Santa Lucía, vuelven a unir sus voces participativas para que sirvan de hilo conductor. Para cruzar desde las gargantas a los oídos, desde las palabras a los hechos. Por segundo año consecutivo, las calles de ambos barrios verán cómo su ajetreo personal, su tráfico y su devenir rutinario quedan en un segundo plano con la visita de diez coros. Diez coros que, durante cerca de tres horas, enhebrarán una precisa telaraña de cuerdas vocales repartiéndose por todos los rincones del barrio.

Anhelos del Rocío, Sustantzieroak, Gasteiz Kantuz -habituales de la calle, precisamente cada primer sábado de mes, en el Casco Viejo-, Mairu Abesbatza, Olarizuko Ahotsak, Los Amigos de las canciones de Donnay, Judimendikoak, Coral Santorcariz, Arantzabela Ikastolako Gurasoen Abesbatza y Urkabuztaizko Eskolako Abesbatza componen este gran polifonía, que irá cruzando sus pentagramas por diversos locales, calles y plazas de los dos barrios -al aire libre- para diseminar y alternar sus voces.

Más de medio centenar de bares de la zona colaboran en una iniciativa que, tras proponer sus cantos cruzados desde las 19.30, derivará a las 22.00 en un gran cántico colectivo que acogerá la plaza Sefarad, frente al centro cívico Judimendi.

"Hemos preferido huir de escenarios o locales cerrados apostando por la calle como instrumento fundamental donde desarrollar la comunicación social", apuntan desde las dos organizaciones impulsoras del encuentro. El objetivo, aseguran, es doble. "Por un lado crear un ambiente festivo en nuestras calles, recuperando esas costumbres de antaño donde nuestras cuadrillas de amigos alternaban el poteo con canciones populares e, igualmente, mostrar al conjunto de vecinos la riqueza cultural que se encuentra en cada una de esas mismas canciones".

"Nos pareció una idea estupenda y nos gustaría que se repitiera la actividad en alguna otra ocasión", apuntaban en su blog los integrantes de Arantzabela Guraso Abesbatza, que tomaron parte en la primera edición del encuentro, en abril de 2010. Al igual que su agrupación, en torno a la veintena, las otras nueve rotarán por la barriada con sus múltiples estilos. Desde el folklore euskaldun de Gasteiz Kantuz hasta la hermandad con raíz andaluza de Anhelos del Rocío. Coros nacidos en torno a centros educativos o a asociaciones. Incluso llegados de fuera de Gasteiz, como Mairu Abesbatza (Zigoitia), Coral Santorcariz (Nanclares de la Oca) o Urkabuztaizko Eskolako Abesbatza.

Una enorme paleta de voces, en definitiva, que pintará la tarde del barrio atrayendo en sus estelas a cuantos se crucen en su camino, se asomen a la ventana o, simplemente, dejen entreabierta la ventana del patio. Las decenas de cantores ofrecerán sus voces en el libre y privilegiado espacio de la calle "invitando a los vecinos a sentir y disfrutar, de una manera diferente, de algo tan asentado en la cultura popular de este nuestro pueblo".

El pájaro canta sin respuestas, simplemente porque tiene una canción. También Alfredo Donnay, protagonista esencial del repertorio de uno de los coros, escribió una en su honor. Pajarillo azul/que volando cantas;/¡eres el hermano/de mi corazón!. Sí, los corazones están convocados. También las voces. La calle será un coro el 7 de mayo.