como un imán de tinta, el meollo urbano de Gasteiz atraerá hoy y mañana los ecos de letra. La Virgen Blanca y la Plaza Nueva serán los dos atriles en los que se irán desgranando los pasajes del Día del Libro, que se adelanta una semana para evitar la estampida de la Semana Santa y conseguir una conexión mayor con el público.
Miguel de Cervantes y William Shakespeare fallecieron un 23 de abril de 1616, y por ello en plena apoteosis primaveral -las tradicionales rosas de Sant Jordi son fiel símbolo- se conmemora la jornada de la palabra escrita, que tomará muchas formas físicas en Gasteiz durante las próximas horas.
Quizás la más popular llegue en forma de venta al público. No, no es la cita de ocasión de la Avenida Gasteiz. Ni la del libro usado de Postas. La feria que recala durante hoy y mañana en la Plaza Nueva -de 10.00 a 21.00- es la que protagonizan los integrantes del gremio de libreros local, que sacarán a las efímeras mesas de la plaza novedades y fondos de sus locales, ofreciendo descuentos para fomentar y celebrar el hecho de la lectura. Todo tipo de géneros literarios, incluyendo el cómic, dibujarán la vuelta por los céntricos arquillos. Además, un expositor acogerá una colección de tesoros bibliográficos en edición facsímil, es decir, ediciones limitadas que reproducen hasta el último detalle de los originales. El Apocalipsis y la Gran Pasión, de Alberto Durero, o los Códices Madrid, de Da Vinci, podrán contemplarse de la mano de la editorial vizcaína CM Editores, especializada en reproducción de códices medievales, incunables y libros iluminados.
Quizás dentro de unos años quienes asomen sus lomos entre los miles de ejemplares de la feria sean los ejemplares de cuatro jóvenes que mañana serán también atraídos hasta la plaza. El magnetismo lo provocarán sus propias letras, las que un día imaginaron y se decidieron a volcar en el papel. Las que, después, enviaron a un concurso que desde hace años curte los primeros pasos literarios de decenas de autores locales. Su lema es Déjame que te cuente... Y es el concurso de relatos que organiza el departamento de juventud municipal, a través de Gauekoak.
Divididas en dos categorías de edad (14 a 18; 19 a 25) y otras dos de idioma (euskera y castellano), cerca de doscientas historias viajaron hasta las sacas del certamen, que ya han elegido. Cuatro de las piezas se han llevado los premios, que llegan en forma de publicación -en un suplemento de esta edición de hoy de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, que colabora con el concurso- y de un galardón pecuniario.
Los ganadores son Daniel González González (22 años), por Chica de rotonda; Ander Gezuraga Agirrezabala (21 años), por Larrosa, sugea, ezpata; José Santamarina Otaola (17 años), por Areetako malkoak; y Elyem Chej Abderrahman (17 años), por Mi eco me asusta (A veces). Cuatro relatos que han seducido al jurado y que pueden leerse en las páginas centrales de este ejemplar. Historias nocturnas y cercanas, viajeras y espirituales, emocionales e imprevisibles, poéticas y referenciales. Historias que, a buen seguro, sorprenderán por la madurez que destilan sus creadores, dos de ellos, los más jóvenes, arraigados en Legutio, que se reivindica como forja de narradores.
en paralelo La entrega de premios al cuarteto de ganadores tendrá lugar a las 12.00 horas en la Virgen Blanca, que compondrá el segundo foco de atracción del fin de semana, hoy y mañana de 12.00 a 20.00 horas. Entre el programa de actividades se plantean un sorteo de 23 vales de 80 euros para la compra de libros o talleres, tanto infantiles como familiares. La papiroflexia inspirará Un libro puede ser algo más (ambas tardes, entre las 17.00 y las 19.00) y la fusión de imaginaciones hará lo propio con Consecuencias y un cadáver exquisito (mañana por la mañana, de 12.00 a 14.00).
Además, la palabra se hará libreto y luego saltará a la escena de la mano de Sin Fin Teatro, que representará hoy (13.00 y 18.30) la pieza Los Piratas, mientras que todo el que lo desee podrá recomendar una lectura en un libro de sugerencias abierto al público. Un público compuesto por esos lectores íntimos que, un día al año, celebran su afición citándose en la calle con el libro. El imán de la imaginación.