madrid. El escritor Donald Spoto, autor de biografías de personajes del celuloide como Marilyn Monroe, Audrey Hepburn o Alfred Hitchcock, se acerca ahora a la figura de la actriz y princesa de Mónaco, Grace Kelly, una mujer "cálida, cercana, muy sensual, inteligente y de una belleza incomparable". Conocida por ser la musa de Alfred Hitchcock, y posteriormente por contraer matrimonio con el príncipe Rainiero III de Mónaco, Grace Kelly falleció en 1982 en un accidente de tráfico.

Casi tres décadas después de su muerte, Spoto publica su biografía, un recorrido por los momentos más importantes de la vida de la actriz, las relaciones con su familia y amigos, sus inquietudes y deseos, para "mostrar a una Grace Kelly mucho más cercana" y desmentir el tópico de que era "más que una cara bonita". Más aún "fue una mujer fuerte, luchadora. Inicialmente podía parecer algo tímida, pero cuando la conocías te dabas cuenta de que era cercana, cálida y muy sensual. No se daba aires de nada, era divertida e irónica, muy inteligente y tenía una belleza incomparable", explicó el autor. En el libro, el biógrafo estadounidense recopila los momentos más significativos de la infancia de la actriz, y poco a poco va desgranando el desarrollo vital de la que se convirtiera en uno de los rostros más queridos de Hollywood. Nacida en 1929 en Filadelfia, en el seno de una familia de irlandeses, católicos romanos y demócratas, Grace Kelly fue la tercera de cuatro hermanos y la segunda chica. Amante de la literatura y de la danza, Kelly "siempre prefirió la cultura al deporte", lo que le fue la causa de grandes desavenencias con su padre, deportista olímpico, y con su madre, que era profesora de Educación Física. "Grace siempre fue una mujer decidida. Luchó por sus sueños y jamás aceptó las imposiciones de sus padres", comentó el escritor. Fue por ello que, a pesar de las oposiciones de sus progenitores, decidió marchar a Hollywood en cuanto cumplió la mayoría de edad y hacer realidad su sueño, el de convertirse en una gran actriz. Aunque empezó a formarse en escenarios teatrales y sus comienzos fueron "duros", Kelly no tardó en hacerse un hueco entre los grandes del cine como Gary Cooper, Cary Grant, James Stewart o Bing Crosby. Ganadora del Óscar a la mejor actriz protagonista en 1954 por La angustia de vivir, Kelly trabajó en películas como Fuego verde, de Andrew Marton; El cisne, de Charles Vidor; o Mogambo, de John Ford.

Bajo las órdenes de Alfred Hitchcock, grabó tres títulos: La ventana indiscreta, Crimen perfecto y Atrapa un ladrón. "Hitchcock pronto la consideró su actriz predilecta. Escuchaba siempre sus sugerencias, la respetaba y la admiraba. Permitía que Grace hiciera cambios en su vestuario, cosa que no aceptaba de ningún otro actor. Trabajaron brillantemente juntos, y su relación de amistad duró hasta su muerte", hizo saber Spoto.

Sin embargo, después de Atrapa a un ladrón, la actriz no volvería a trabajar con el director de Psicosis, pues el matrimonio con el príncipe Rainiero de Mónaco en 1956 puso fin a su carrera cinematográfica. "Hitchcock se sintió decepcionado cuando Grace se retiró del mundo de la interpretación , aunque siempre tuvo la esperanza de que volvería, de hecho, cuando comenzó el rodaje de Marnie, la ladrona, le ofreció sin éxito el papel protagonista. Pero, aunque Grace siempre echó de menos su vida en Estados Unidos, no volvió", señala. Del matrimonio con Rainiero de Mónaco, nacieron tres hijos, Carolina, Alberto y Estefanía. El 14 de septiembre de 1982, Gracia de Mónaco murió en un dramático accidente de coche en el principado de Mónaco, cuando iba conduciendo por la carretera que lleva a Montecarlo. Viajaba junto a su hija menor, Estefanía, que no sufrió graves daños. >EFe