No siempre son temas tocados por la literatura pensada para los más pequeños. Y cuando eso sucede, a veces es muy sencillo caer en el tópico. Una guerra, un conflicto social, una situación de violencia, una dictadura, una desigualdad,... no parecen, a simple vista, argumentos inspiradores para un libro que va a ir a parar a las manos y ante los ojos de alguien que no sólo está empezando a moverse entre palabras, también en la vida. Sin embargo, hay creadores empeñados en demostrar que hacer todo lo anterior no sólo es posible, sino que además se puede hacer configurando obras de calidad.
Hace escasas jornadas se celebró el Día Internacional de la Literatura Infantil y Juvenil, una fecha que para muchos pasa desapercibida cada curso. Es normal, pensará más de uno, tiene mayor presencia mediática el otro Día de..., el que tiene lugar el 23, el del libro, así en genérico. Y eso pasa también a lo largo del año, se le da más valor a lo pensado para los adultos o, mejor dicho, para un público amplio y heterogéneo. Incluso de los éxitos comerciales pensados para los más pequeños y adolescentes se apodera el común de los lectores. Eso hace que en muchas ocasiones no se sepa o quiera valorar títulos que llegan a tener una trascendencia que cruza fronteras.
De ambas cosas, de tocar una temática tan sensible como el de la inmigración y hacerlo con acierto, pero también de obtener un importante reconocimiento internacional, sabe mucho Caja de cartón, editado por la firma OQO. Palabra e ilustración se dan la mano en una obra diferente en la que el dibujo corre a cargo del artista iraní Hassan Amekan y el texto nace de la mente del autor vasco, afincado en Gasteiz, Txabi Arnal.
Los dos se convierten en uno para contar una historia diferente a la que "a diario nos presentan los telediarios y periódicos. En estas páginas no hay análisis de periodistas, ni estadísticas; sólo la voz valiente de los protagonistas de este auténtico drama humano", encarnados en la figura de una niña que, como describe la editorial, es la que cuenta en primera persona qué sucede en su vida, cómo es la cara del hambre, qué grado de miseria puede alcanzar un país para que sus habitantes quieran dejarlo, cuál es el papel de las mafias, cómo se recibe al nuevo en el llamado primer mundo, hasta qué punto puede llegar a aflorar la xenofobia y el odio.
"Y pese a esta realidad tan desoladora, en Caja de cartón hay esperanza. Porque esta historia también habla de solidaridad, de ese vínculo fraternal que se establece entre los inmigrantes, y de segundas oportunidades, como la de esta niña que tras perder todo, finalmente es adoptada por una familia y encuentra un nuevo hogar", anticipa la empresa editora.
Con ese fondo y esa forma se constituye un trabajo que acaba de ser elegido como uno de los mejores libros infantiles del mundo por la Internationale Jugendbibliothek de Munich (Alemania) que lo ha incluido en su catálogo The White Ravens 2011.
La institución alemana realiza cada año una selección de los mejores libros infantiles entre los miles que se publican en todo el planeta y a los que otorga esta distinción. La elección de 2011 ha estado conformada por 250 publicaciones en más de 30 idiomas y procedentes de unos 50 países.
Los libros distinguidos con White Ravens forman parte de un catálogo en lengua inglesa que incluye informaciones bibliográficas y reseñas, y también de una muestra que se acaba de exponer en el stand de la Internationale Jugendbibliothek en la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil de Bolonia, la cita más importante del mundo dentro de este sector. Y es que Caja de cartón está cruzando el mundo de muchas maneras.