donostia. Quienes añoran la música de las décadas de 1960 y 1970 cuentan que, en los discos y cintas de aquella época, las canciones de la cara A solían ser las más exitosas, mientras que los temas del reverso mostraban una versión más personal del autor. Ésas son, precisamente, las melodías que ha querido honrar Txuma Murugarren (Errenteria, 1964) en su nuevo álbum, titulado B aldeko kantuak, que publica de la mano del sello Gaztelupeko Hotsak justo cuando se cumplen diez años desde que inició su andadura como solista.

El disco encierra "ecos de aquellos antiguos singles", porque, según recordó ayer el músico en Donostia, las caras A incluían las composiciones "más brillantes". "El autor sabía que las de la cara B eran más sinceras, pero tenía miedo de la respuesta del público, porque mostraban sus dudas", analizó Murugarren, en una presentación realizada íntegramente en euskera.

¿Por qué recurrir a dicha idea como hilo conductor del disco? El solista errenteriarra reconoció que sus temas no despiertan un "reconocimiento unánime" del público. "Creo que todas mis canciones pertenecen a la cara B", afirmó, algo que no solamente tiene que ver con el beneplácito de los espectadores, sino con crear letras y melodías "más oscuras y más sinceras", según recalcó el músico. Esta reflexión está muy presente en el disco, ya que contiene dos versiones del tema que da el título a este trabajo, su sexto álbum en solitario.

Las guitarras de Rafa Rueda y Miguel Ramirez, entre otros, han acompañado a la voz del Murugarren en esta nueva aventura. La grabación de B aldeko kantuak se realizó la pasada Semana Santa en los estudios Lamiña de Mungia (Bizkaia).

irónico El resultado desprende un "aroma a las décadas de 1960 y 1970", tal y como apreció el autor. "Tanto en el sonido, como en las guitarras y los metales", completó. Incluso la presentación del disco -con la imagen de un hombre que porta una maleta- mantiene esa misma línea, con una carátula desgastada que recuerda los singles de aquella época, y la impresión de un vinilo sobre el CD.

Las letras también se corresponden con la filosofía de la cara B que preconizó el ex cantante de Sasoi Ilunak, ya que dejan en el paladar del oyente ese poso agridulce tan característico de sus composiciones. Triste y dulce al mismo tiempo. El autor de Errenteria detalló que ha buscado la "ironía" en las canciones. "Mi verdadera intención era hablar de los errores y las miserias de la vida de un modo irónico", comentó, aunque quienes han escuchado ya su trabajo le han comentado que sus letras son "oscuras".

Sin embargo, entre los once temas recopilados en B Aldeko Kantuak, hay algunos de sonoridades más alegres, como Gozo eta hits, Jasanezina bizitza o Mugaz gaindiko bizitza. Murugarren también ha incluido una versión del ya mítico tema de Sasoi Ilunak, Bizi-tza garratza da, título al que le ha añadido una coletilla: oraindik ere.

dudas Con este último álbum, el músico errenteriarra celebra el décimo aniversario desde que inició una carrera de solista. Fue en 2000 cuando enfiló este camino, con Nire lehioak (Oihuka), que le ha llevado a grabar otros cinco discos. Hegazkinen arima (2001); Gauak, neskak eta maletak (2003); Nire anaiaren kotxeko argiak (2004); Marjinalia (2007) y, ahora, B aldeko kantuak, estas últimas con el sello Gaztelupeko Hotsak.

"Me siento feliz, muy cómodo, en esta faceta. Me he sentido libre", valoró Murugarren, aunque también subrayó que ha tenido la suerte de estar rodeado de gente que le "aporta mucha sabiduría", en referencia a sus colaboradores en la grabación y en los conciertos que ofrece.

Según confesó el cantautor, a pesar de llevar muchos años de labor musical y contar con una extensa discografía, todavía se enfrenta a "muchas dudas" cuando compone sus canciones. "Tengo que dejar cada tema reposar durante dos días, sin escucharlo ni verlo, porque, en el momento que lo escribo, no me gusta ninguno. Después de ese tiempo me pongo de nuevo con él y, si me gusta, entonces sigo adelante", relató.