Vitoria. Sorprenderse, moverse, comprometerse... consigo mismo. Son las coordenadas que guían la pintura del bilbaíno Antón Hurtado, que vuelve por tercera vez -la primera, en la inauguración- al espacio expositivo de la galería Felisa Navarro. Hasta el próximo 3 de diciembre, sus obras conquistan este rincón de Cercas Bajas en la muestra El contorno de las cosas.

Formado en el natural -"me considero un paisajista"-, Hurtado ha atravesado en su periplo artístico numerosos estadios. Desde un trabajo reivindicativo, expresionista, derivó a las coordenadas que maneja actualmente, intimistas, en la retaguardia, proponiendo "un diálogo conmigo mismo". El resultado es un trabajo -acuarela, collage, tinta, acrílico, instalación...- en el que el paisaje, la arquitectura, son siempre referencias, pero desde su interior hacia afuera.

"Viene a tener importancia todo lo que veo", asegura el autor, que recopila formas y sensaciones a través del viaje y, posteriormente, comienza el diálogo con esa materia en el estudio. "Al margen del sitio donde trabajo, es el lugar donde me refugio", afirma Hurtado, que tiene en esos metros cuadrados un lugar no sólo para la pintura, sino también para el esparcimiento del espíritu.

Una vez asimilado -o experimentado- el paisaje, el artista bilbaíno lo deconstruye en formas que tienden a lo geométrico, formas puras y trabajadas que no cuentan todo de un plumazo. "Me gusta que los cuadros queden en el terreno de la ambigüedad; para mí un paisaje donde todo está dicho es un paisaje muerto", opina Hurtado.

La acuarela, disciplina predominante en el trabajo que presenta en Felisa Navarro, se recoge en un papel de grabado que aporta textura a sus formas, donde la combinación con el espacio, donde el montaje y la estructura, son tan esenciales como las piezas mismas.

En un ejercicio de metalenguaje, pequeñas esculturas y una pieza en la que el visitante podrá encontrarse con "el espacio dentro del espacio" completan el paisaje de pequeñas piezas y grandes lienzos, reflejo del viaje de un autor que vuelve a atracar en Gasteiz.