París. Una biografía no autorizada de la primera dama francesa, Carla Bruni, ha irritado al presidente Nicolás Sarkozy y a sus consejeros, que ya estudian la posibilidad de perseguir judicialmente a la autora y la editorial que publicará la primera "biografía no autorizada" a la primera dama de Francia.
El libro, que saldrá a la venta el próximo miércoles, describe a la primera dama como obsesionada con su "falsa" imagen y con lo que se dice de ella. El texto ha sido analizado en detalle por el Palacio del Elíseo, aunque en principio no tiene intención de presentar una demanda contra su autora, la periodista Besma Lahouri, según publicaba el pasado sábado el diario Le Parisien.
En Carla. Une vie secrète (Carla, una vida secreta), Lahouri reprocha a la esposa del presidente francés, Nicolas Sarkozy, no preocuparse por la suerte de los franceses. La autora, que promete "revelaciones escabrosas", ha entrevistado a lo largo de año y medio a cerca de cien personas que han tratado a Carla Bruni antes y después de contraer matrimonio con Sarkozy.
Sin embargo, Lahouri no ha podido entrevistar al presidente francés ni a su esposa, de ahí el carácter "no oficial" de la biografía, que la autora y el editor consideran más bien como "un trabajo de investigación" centrado en las facetas menos convencionales de la vida pasada y presente de la primera dama de Francia. De su vida antes de Sarkozy no son ningún secreto los diversos amores y amoríos, las fotografías un tanto indiscretas, los escándalos más o menos espectaculares, las declaraciones poco políticamente correctas sobre el amor, el sexo, las relaciones de pareja, las drogas o los temas de sociedad más "crudos".
De la nueva vida de Carla Bruni, tras su matrimonio, Besma Lahouri afirma que "Carla es una mujer que siempre ha vivido en barrios de ricos, en grandes mansiones familiares, rodeada de criados. No tiene el más mínimo contacto con la realidad y vive en una bola dorada. Está muy alejada de la vida del francés medio. Sólo le interesa su imagen, que intenta controlar por todos los medios. Se dice mujer de "izquierdas", pero no dice nada de la actualidad. Está convirtiéndose en un problema político para su marido". Según la autora, la actual imagen modosa de Bruni, con la cabeza ladeada y tímida sonrisa, fue algo programado por el Palacio del Elíseo después de que se casara.