Es difícil decir qué es más complicado, si hacer nacer un festival o darle continuidad. Cuando el día 5 acabe esta segunda edición, qué tiene que haber pasado para que ustedes se sientan satisfechos.
Joseba: Que todo salga medianamente bien según lo que tenemos previsto ahora. Cuando el año pasado terminamos la primera edición, dijimos: "hemos superado las expectativas que teníamos pero se nos ha quedado el listón muy alto. ¿El año que viene vamos a poder igualarlo o superarlo, sabiendo además la época de crisis económica en la que estamos, que no vamos a contar con tantas aportaciones privadas y que el certamen necesita dinero para crecer?". Pero es que este festival es un ente que parece que tiene vida propia. Y va creciendo, aunque lo controles, y te encuentras con cosas que no esperabas pero que te vienen bien y las incorporas. En este caso, ahí ha estado el apoyo de las propias cadenas de televisión. Se han sumado más, como las autonómicas, y todas han querido estrenar más cosas, a lo que hay que sumar la implicación decidida de EiTB. Un poco de todo eso ha hecho que el festival crezca. Ha sido complicado y trabajoso porque ese crecimiento no ha sido acompañado por un incremento en lo económico. Y nuestro objetivo era demostrar que se podía hacer una segunda edición, porque la gente se quedó encantada con la primera.
¿Qué les transmitió el público?
Joseba: Es curioso porque mucha gente nos preguntó: "¿pero esto, quién lo organiza, las televisiones?". Es decir, muchos creían que esto era esporádico o que cada año se iba a hacer en una ciudad diferente. Pues no, esto lo hace Vitoria para la ciudad y cada año.
Arantza: La satisfacción absoluta sería si la respuesta del público fuera la misma que la del año pasado. Fue algo increíble. Claro, este año tenemos trece estrenos frente a los cinco de 2009. Vamos a ver cómo se comporta la ciudadanía porque si sucediese lo mismo que hace doce meses, sería algo maravilloso.
Joseba: No vamos por mal camino si nos fijamos en la respuesta que está habiendo a la venta de entradas, por citar un caso. Además, va a venir mucha gente de fuera. Por medio de las redes sociales, fundamentalmente en el caso de El internado, nos estamos enterando de público de Madrid o Extremadura que va a acudir. Es un ejemplo, aunque no el único.
Arantza: A eso nos ha ayudado mucho la difusión que a nivel nacional hicieron el año pasado las cadenas de televisión, con conexiones en directo durante los telediarios de máxima audiencia. Ésa fue la publicidad más grande que podía tener no sólo el festival sino la propia ciudad. A raíz de eso, durante todo el año hemos tenido contacto, a través de las redes sociales, con público de toda España.
Joseba: Y no sólo se está generando atención entre los espectadores de distintas partes...
¿A qué se refiere?
Joseba: Nos están llamando productores de Extremadura, de Castilla La Mancha, de Galicia... que quieren venir, que ellos mismos se pagan el viaje y todo, porque están interesados en acudir para vender sus productos aquí. Esto no es una feria pero sí es cierto que propiciamos este tipo de encuentros. Es un tema que teníamos aplazado para futuras ediciones porque antes queríamos consolidar la parte central del programa, pero nos estamos dando cuenta de que ya desde esta segunda edición, eso se ha puesto en marcha casi sin pretenderlo. También van a estar unos cuantos productores de Álava y el resto del País Vasco, que acuden para lo mismo.
Desde que empezaron a dar los primeros detalles de esta segunda edición, les veo muy insistentes en la idea de que la televisión es cultura. No sé si eso viene de algunos comentarios surgidos el año pasado, criticando el hecho de que el certamen era más que nada una pasarela publicitaria para las cadenas, una reunión de fans en torno a una alfombra roja. ¿Eso les molestó?
Joseba: Sí, por lo menos a mí. Es que las críticas que se hicieron el año pasado no eran al festival, sino a la televisión. Me parece que es tener muy mala leche quedarse sólo con una parte, que es la que te interesa, para destacarla y criticarla. El certamen del año pasado no fue Carmen Sevilla y Sin tetas no hay paraíso. Efectivamente, vino Carmen y la gente de la serie y muy orgullosos que estamos de que lo hicieran y además sin cobrar un duro, porque nadie de los que acude lo hace. Pero además de eso, hubo un taller de televisión, mesas redondas, encuentros...
Arantza: Teníamos un programa que empezaba a las once de la mañana y sí, por supuesto, terminaba a la tarde-noche con la alfombra roja.
Joseba: Es cierto, y somos conscientes de ello, que lo que más éxito y repercusión tiene es la alfombra roja y los estrenos de la noche.
Arantza: Y gracias a esa difusión podemos promocionar el festival, la ciudad, podemos generar los espacios para los encuentros de profesionales con lo que ello conlleva de promoción económica...
Joseba: Esos estrenos, su difusión y su éxito son la base del programa, son los que nos posibilitan hacer los encuentros culturales, abrir espacios para las televisiones autonómicas, promover la programación matinal en euskera para los chavales... Si lo hiciéramos al revés, no tendríamos difusión, perderíamos los apoyos y no habría festival.
¿El problema, entonces, es más con el medio que con otra cosa?
Joseba: Es que la televisión es un medio denostado desde que nació. Te pongo un ejemplo. Hoy en día el Un, dos, tres es considerado como un programa de culto. Cualquier crítico te dice que aquello sí que era buena televisión. Señores, tiremos de hemeroteca y veamos qué se decía de ese producto en su día, porque eran unas críticas horrorosas. No creo que dentro de unos años Sálvame sea considerado de culto porque todos más o menos tenemos claros unos criterios, sin que ello suponga un ataque a ese programa. Pero sí es entretenimiento. La televisión es eso, lo mismo que el cine. Y a raíz de eso aparecen otros valores. No hay duda de que la televisión es un medio cultural. Eso no quiere decir que todo lo que haga sea bueno, de la misma manera que no todos los libros son buenos ni todos los cuadros, ni todas las películas. Hay novelas que son terribles y, sin embargo, nadie dice que la literatura no sea cultura.
Ésa es tal vez su lucha externa, pero mirando para dentro, ¿qué supone para la organización mover todo este motor del FesTVal?
Joseba: La ruina, vértigos y algo de lumbago (risas).
Arantza: Supone un trabajo enorme que se desarrolla a lo largo de todo el año. Entre cuatro y seis personas estamos doce meses sin parar para montar esta semana. Y según se va acercando, se va sumando gente hasta llegar a un equipo de unas 40 personas. No hay que olvidar que nosotros somos una asociación sin ánimo de lucro y de que todos los que estamos aquí somos voluntarios, es decir, gente que deja sus trabajos o sacrifica sus vacaciones para hacer esto posible. Pero es tan altamente satisfactorio que vale la pena. Sobre todo cuando ves que, como el año pasado, hay gente que ha conseguido trabajo en una cadena de televisión o en una productora gracias al certamen.
Y aunque uno lo tenga todo más o menos atado, pasan cosas como la de "Salvados" o el maratón de "True Blood", y los planes hay que cambiarlos de golpe. ¿De su idea original de lo que debía ser esta segunda edición a lo que terminará pasando, han cambiado mucho las cosas?
Joseba: Es que a día de hoy todavía estamos sujetos a cambios. El año pasado estuvimos a punto de no tener Sin tetas no hay paraíso. Es más, nosotros no nos enteramos de eso hasta después de la proyección, cuando un directivo de Telecinco nos dijo que habían estado pensando quitarnos la serie para estrenarla en la cadena. El acuerdo que tenemos con las televisiones es que no nos dejen los huecos en blanco, es decir, si me llamas mañana y me dices que este producto no va a venir, de acuerdo, pero me lo tienes que sustituir por otro similar. Eso lo cumplen. Se cae, por ejemplo, Salvados porque no les da tiempo a llegar puesto que están rodando justo ahora en Nueva York, pero entra ¿Quién vive ahí?. Es más, en la rueda de prensa de presentación de la programación de La Sexta, vamos a tener imágenes en exclusiva de lo que ha rodado El follonero en Estados Unidos y vamos a tener una conexión con él desde Nueva York. Pues lo mismo pasa con el resto de cadenas. Ellos cumplen.
Arantza: Hay confianza por las dos partes. Ellos saben que pueden acudir a nosotros para estrenar sus grandes apuestas de la nueva temporada y nosotros tenemos claro que no nos van a dejar colgados. Y lo mismo pasa con sus estrellas. Si alguna no viene es por causa de fuerza mayor. Pero las cadenas quieren venir aquí y hacerlo a lo grande. Por ejemplo, estrenamos La princesa de Éboli con Belén Rueda, Hugo Silva y Eduard Fernández. Y piensas que no vas a poder contar con ellos porque no se prodigan mucho en estas cosas y además no paran de trabajar. Pues van a estar los tres. Lo mismo con El internado. Van a estar los cinco chicos protagonistas y, según nos han dicho, va a ser la primera vez que estén todos a la vez en un estreno. Y de Tierra de lobos...
Joseba: Mira lo de Águila roja. Están ahora rodando la película y han modificado sus planes para que el día en cuestión puedan estar todos salvo David Janer, que ya pasó en la primera edición por Vitoria, y que es el que se va a quedar grabando algunas escenas con secundarios para que el resto venga. El compromiso de todos es muy importante. También en el caso de los premiados.
¿En qué sentido?
Joseba: Pues damos uno de los galardones a Eduard Punset y justo esta semana tiene un seminario pero nos dice que lo retrasa para venir. Imagina. Y los premios de la crítica a Los protegidos y Gran Reserva, te llaman y te dicen que viene todo el plantel de actores y nada de secundarios. Y así otra gente que está invitada como José Mota, que es un hombre que se mueve poquísimo y acude. O Mercedes Milá, que viene a recoger el premio a Gran Hermano.
¿Y la radio?
Joseba: Dentro de la organización hemos discutido si seguir con ella o no. Es indudable que el poder de la televisión es inmenso y su repercusión también. Lo copa casi todo. Además, traer programas de radio que se hagan en directo es complicado porque las emisoras tienen por costumbre cobrar por ello. Así que el debate existió pero tomamos la decisión de seguir. Nos parece injusto cerrarle la puerta y de hecho uno de nuestros premios va a ir a Julia Otero, vamos a tener encuentros y algún que otro programa en directo pero gratis, aunque somos conscientes de que no tiene el peso dentro del programa del festival que podría.
Dejando a un lado lo más llamativo y popular, ¿qué recomendarían del programa de este año?
Joseba: Sin duda alguna, los encuentros culturales con Daniel Écija y Mikel Lejarza. Van a ser unas lecciones magistrales y únicas que va a poder disfrutar cualquier persona que tenga un mínimo interés por lo audiovisual, sin que sea un profesional ni nada por el estilo.
Arantza: Y la carpa que se instalará en la Virgen Blanca para mostrar qué va a ser la televisión en 3D. Eso va a ser espectacular.
Llegará el día 6 y habrá que empezar a pensar en lo que será la tercera edición...
Joseba: Bueno, se nos han quedado cosas en el tintero en esta segunda que aprovecharemos, seguro. Y, de hecho, ya desde hace días tenemos cosas muy concretas habladas para el año que viene.
¿Cuánto costará asentar el certamen: dos o tres ediciones más?
Arantza: Yo creo que en esta edición ya vamos a conseguir asentar el festival. Si todo sale como creemos, lo conseguiremos.
Joseba: Tal vez se necesiten un par de ediciones más para consolidarlo del todo, pero estoy de acuerdo en que este año se asentará, si es que todo va bien.