Roma. El tenor español Plácido Domingo vuelve a los escenarios recuperado de la operación de cáncer de colon a la que fue sometido el pasado marzo en Nueva York, y lo hace con Simon Boccanegra, de Giuseppe Verdi, en la Scala de Milán, donde actuó por primera vez hace ahora cuarenta años.
"He tenido mucha suerte de poder continuar mi carrera después de un poco de miedo, el de la enfermedad ha sido mi mayor triunfo", afirmó Domingo, de 69 años, en un encuentro con periodistas en la Scala para hablar del estreno de Simon Boccanegra, el próximo viernes. El tenor retoma, así, su actividad profesional, después de que en febrero tuviera que interrumpir una actuación en Tokio por molestias en el abdomen. "La operación fue bien, he tenido mucha suerte. No me cansaré nunca de insistir en la necesidad de hacerse colonoscopias a partir de los cuarenta años. Mi deber, además de la carrera musical, es hacer una recomedación: háganse controles", recalcó el tenor.
Recuperado de la intervención quirúrgica, Domingo subrayó que "afortunadamente" fue tratado a tiempo y no tuvo necesidad de hacer quimioterapia, pero dijo que "cáncer es una palabra que da miedo".
Durante los seis días de representación de Simon Boccanegra, que llegará al Teatro Real de Madrid el 17 de julio, Domingo será el dogo de Génova, un papel con el que estaba dispuesto a cerrar su trayectoria profesional, dijo, "pero que se ha adelantado". Se trata del 131 rol de su carrera, insólito para un tenor, dado que se trata de un papel de barítono, con el que ya conquistó al público berlinés en octubre y al que Domingo se enfrenta con gran energía: "Verdi en la Scala duplica la alegría de volver a los escenarios", subrayó.
El tenor no olvidó el otro motivo de su presencia en la Scala: la próxima edición de Operali; concurso de nuevos talentos creado por Domingo en 1993 como escaparate internacional para las promesas de la ópera, que después de pasar por Madrid, Valencia o México DF llega el 25 de abril a Milán, donde culminará el 2 de mayo.