Londres. Si bien ultimamente andaba más comedido, sobre todo, trás recibir una formación militar y servir en Afganistán, el príncipe Harry no ha tardado en volver a las andadas. Y es que cada vez que Enrique sale a escena sacia el hambre de la prensa sensacionalista británica. El príncipe de Inglaterra se gastó en tan sólo cuatro horas 10.000 libras (11.310 euros) en botellas de champán para relajarse con amigos del intenso entrenamiento como piloto de helicópteros, revela hoy el periódico británico The Sun.

El tercero en la línea de sucesión a la Corona británica, e hijo menor del príncipe Carlos, compró botellas de champán Moet y Laurent Perrier para él, amigos y desconocidos en el club nocturno Boujis de Londres, agrega el diario. "Debió tener quince botellas de champán en la mesa y calculo que desembolsó más del doble de esa cantidad para otra gente, fue realmente generoso", dijo Mustafa Ahmed, miembro del club.

"Las botellas cuestan 200 libras (unos 222 euros) cada una, pero él no hacía más que ordenar más. Debió pagar unas 10.000 libras en unas cuatro horas", agregó.

Según el periódico sensacionalista, la Familia Real debe estar preocupada por este derroche de dinero ya que la reina Isabel II ya ha pedido a sus familiares que eviten hacer alarde de riqueza en la actual situación económica británica. El príncipe Harry de Inglaterra quiere volver a combatir en Afganistán como piloto de helicópteros.

Harry, de 25 años de edad y que lleva a cabo entrenamientos con el Cuerpo de la Armada Aérea, se alistó para pilotar los helicópteros de guerra, valorados en 45 millones de dólares.

volver a afganistán Según fuentes militares citadas por el tabloide inglés The Sun, las posibilidades de que el nieto de Isabel II sea enviado a Afganistán a combatir "son elevadas" , a pesar de los peligros de ser atacado por los talibanes. Uno de los voceros militares afirmó al periódico que Harry "se está convirtiendo en un increíble piloto de los helicópteros".

El príncipe ya había pasado diez semanas en Afganistán, donde desempeñó labores como controlador aéreo para su regimiento de los Blues & Royals, y a pesar de los temores por su seguridad, dejó en claro que desea regresar a combatir a ese país asiático.