EL E-Book, ese dispositivo electrónico que permite albergar centenares de libros en formato digital, ha suscitado más interrogantes en la Azoka de Durango que expectativas reales de compra por parte de los lectores. Las editoriales vascas han presentado en la feria su apuesta comercial más importante: la digitalización de obras de autores como Pello Salaburu, Iban Zaldua, Jokin Muñoz o Joseba Sarrionaindia. Atraídos por la curiosidad, cientos de personas se han acercado a los expositores de Alberdania, Elkar y Leer-E para exponer algunas de sus principales inquietudes.

No son los únicos en tenerlas. Los editores implicados, que hoy participan en una mesa redonda que tendrá lugar a las 12.30 horas en Elkartegian, son conscientes de que esta nueva forma de entender la lectura va a afectar al modelo de negocio de la industria editorial.

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"Faltan referencias a la hora de establecer los precios"

Leer a través de las pantallas clásicas cansa la vista porque emiten luz. "La llegada del E-Book, que imita al libro de papel, ha abierto la posibilidad de contemplar otras formas de lectura", explica Andoni Sagarna, director de I+D del grupo empresarial Elkar. Para el investigador, situarse en contra de esta nueva tecnología es como tratar de ponerle puertas al campo. "Esta tendencia se está instalando ya, lo cual no quiere decir que el libro en papel vaya a desaparecer. No es lo mismo una guía turística o un libro técnico que un libro de poesía, y tampoco las formas de leer son las mismas en todas las situaciones".

La posibilidad de un futuro sin libros de papel, tan planteada desde diferentes tribunas, es para Jorge Jiménez, director de Alberdania, y Enric Faura, responsable de la agrupación de editoriales independientes catalana Edit.com, inexistente. Un punto en el que coinciden estos editores que comparten incertidumbres ante un panorama incierto. "Se respira ansiedad, porque todavía no sabemos qué dirección va a tomar esta parte de la oferta", constata Jorge Jiménez.

Alberdania ha digitalizado 35 libros de autores vascos, 12 en castellano y 23 en euskera, que vende al 70% de su precio en papel. "Falta acumulación de experiencia, no existen recetas a la hora de establecer un precio", dice Jiménez.

Los precios de los libros tradicionales tienen que ver con la temática, las expectativas de venta y la tirada. "Si simplemente se traspasa el libro al formato digital el costo es muy bajo. Sin embargo, si se le añade interactividad, aplicaciones integradas y un hipertexto muy elaborado, la cosa cambia", explica Sagarna. "En cualquier caso, van a seguir siendo más baratos que los de papel". La oferta de Elkar contempla la posibilidad de adquirir 64 títulos de escritores vascos y el regalo de un pack de 500 obras clásicas con la compra de un E-Book. Los autores se van sumando poco a poco a la tendencia con la preocupación de perder sus derechos.

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"Las lenguas minoritarias salen ganando con el E-Book"

"Los escritores no deben tenerle miedo al libro digital. Es un nuevo canal para llegar a los lectores y lo único que hay que vigilar bien es la protección de sus derechos", dice Jiménez. Para Sagarna, esta nueva forma de entender la lectura puede ayudar a escritores desconocidos. "Habrá autores que pasarán de la edición, y que encontrarán plataformas que difundan sus libros, ya sea en formato digital o a través de la impresión bajo demanda, que también es otra de las consecuencias de la digitalización", explica.

"Ya hay plataformas que tienen un montón de títulos digitalizados que difunden a través de la red o a través del book express machine, unas máquinas que te imprimen el libro que quieres en el tiempo en que tardas en tomarte un café".

Enric Faura considera que Internet puede ofrecer a las lenguas minoritarias muchas oportunidades. "Tenemos el reto de no quedar escondidos, pero curiosamente parece que está ocurriendo lo contrario. El catalán tiene una presencia superior en internet que el castellano en proporción al número de hablantes. El problema de las lenguas minoritarias siempre es la divulgación, y en ese sentido podemos ganar mucho".

Los más amenazados por este nuevo modelo industrial son los distribuidores. "Ahora mismo se manipula un objeto físico que hay que empaquetar y transportar de un lugar a otro. No sé en qué medida el libro digital va a sustituir al de papel, pero los que se dedican a la distribución van a sufrir", asegura Sagarna. "En cambio, todo lo que tenga que ver con el marketing va a cobrar mucha importancia, y cuando digo marketing me refiero al conocimiento del cliente, a la información y los consejos que se le da". Sobre la mesa, otros debates no menos serios, como la lucha contra la piratería, el IVA del libro digital, que asciende al 16% o la estandarización de las tecnologías.

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"La gente tiene que tener muy claro qué está comprando"

Si algo se ha constatado en Durango es el hecho de que la mayoría de la gente desconoce las características y posibilidades que ofrece el E-Book, un dispositivo en constante transformación. "En cuatro días podemos tener un panorama completamente distinto porque los modelos cambian y con ellos las prestaciones", predice Sagarna.

Un libro electrónico se puede comercializar en tres formatos digitales: Epub, Pocket Movie y Pdf y cada marca de E-Book permite leer algunos de ellos. "Es importante que la gente tenga muy claro qué está comprando, porque no todos los dispositivos lectores soportan todos los formatos de libro digital", advierte el investigador. "Es una cuestión de intereses, de política tecnológica". Una circunstancia que perjudica al usuario y que Sagarna vaticina que pronto tendrá fin. "Estoy seguro de que al final las tecnologías se estandarizarán, y de que los precios del E-Book bajarán en cuanto empiecen a comprarse de forma masiva".

Apunta a otro aspecto que puede afectar a la venta de los dispositivos, el hecho de que estos aparatos apenas ofrezcan otras prestaciones. "Al principio el teléfono móvil servía para llamar. Ahora podemos sacar fotografías o mandar mensajes. El E-Book puede avanzar mucho más en ese sentido".

Frente a los amantes de las nuevas tecnologías, algunos se muestran entusiastas del papel y aducen motivaciones románticas y sensoriales para no abandonarlo: el tacto del papel, el olor de la tinta, los recuerdos de infancia... "La lectura en una pantalla digital no tiene nada que ver con el soporte papel. Ni todo son ventajas ni todo son inconvenientes", defiende Sagarna.

Para alguien que realiza una tesis doctoral y tiene que consultar cien volúmenes distintos, el E-Book, cuyo precio medio ronda los 300 euros, puede ahorrarle el esfuerzo de llevar la biblioteca a cuestas.