madrid. Jenufa, compuesta en 1904 por Leos Janacek, es "la alfombra roja" de la expresión de los sentimientos, el culmen de la ópera centroeuropea por su modernidad y realismo, una producción que el Teatro Real estrena el día 4 con Deborah Polaski y Anja Silja dispuestas a turnarse para hacer "la mejor" Kostelnicka. Se trata del mismo montaje de Stéphane Braunschweig que se estrenó en 1996 en el Châtelet de París, que se repuso en ese mismo coliseo en 2003 y que se reprodujo, con fidelidad absoluta al parisino, en 2005 en La Scala de Milán en coproducción con el Real.
Decir Jenufa es aludir a lo que la estadounidense Polaski (1949) ha llamado "el grupo Glyndebourne" -el festival inglés donde se representó por primera vez en 1989-, un lugar y "conjunción artística" en el que estuvieron Silja, su director musical actual, Ivor Bolton, y en la que, en 2000, coincidieron la alemana y una de las dos sopranos que harán en Madrid de Jenufa, Amanda Roocroft. Silja (Berlín, 1940) y Polaski están consideradas dos de las mejores sopranos dramáticas "del siglo XX y XXI", según el director del Real, Antonio Moral, y, sin duda, el papel de madre adoptiva de la desgraciada Jenufa, Kostelnicka, es uno de sus "platos fuertes".
Anja Silja, que lleva representando 25 años el papel que interpretará en el Real alternándose con Polaski, ha asegurado que "es un sueño" para cualquier soprano dramática interpretar a Kostelnicka porque la suya "es la vida misma", el recorrido que una persona hace por "el amor, el regocijo, la tristeza, el horror, el perdón... Cualquier sentimiento está en ella".
Asimismo, cabe destacar que Stephane Braunschweig (París, 1964) ha explicado que ha querido hacer un montaje volcado en la interpretación, con muy pocos elementos en el escenario, para que música y texto "se fundan sin distracciones, poniendo el peso en los sentimientos" con el objeto de que el público "conecte" con el "conmovedor" Janacek.