Desde la publicación de las imágenes de Iñaki Urdangarin en las que aparece paseando de la mano con su compañera de trabajo, Ainhoa Armentia, por la playa de Bidart, todo el mundo estaba esperando escuchar la opinión de su madre, Claire Liebaert.
La mujer ha respondido de forma bastante prudente, cuando le han preguntado si estaba al tanto de la situación del duque de Palma, que tanto bombo había dado en los últimos días: "Sí sí, tranquilo" contestaba al reportero del programa 'Viva la vida'.
Tras su pregunta y muy amablemente, la mujer rechazaba hacer cualquier declaración: "como comprenderán, no voy a hacer ningún comentario" terminaba de decir. La suegra de la infanta Cristina, con quien siempre ha tenido buen trato, ha sido un apoyo para su hijo desde el pasado junio, cuando obtuvo el tercer grado penitenciario y se reunía de nuevo con ella para instalarse en su casa de Vitoria.
La madre de la vitoriana Ainhoa Armentia también ha realizado unas escuetas declaraciones sobre cómo se encuentra tras saltar la noticia a los medios, a lo que ha contestado: "estoy muy bien, muy amable", decía desde su domicilio a la periodista de Socialité, que se comunicaba por el telefonillo.
Después de la bomba, Iñaki Urdangarin ha seguido con su vida normal, acudiendo a su puesto de trabajo en un despacho de abogados. Y como ya le hemos podido ver otras veces, el viernes iba montado en su bicicleta, y al llegar a la sede volvía a ser el centro de todas las miradas.
El único miembro de la familia que no ha querido dar ninguna declaración a la prensa, y que tan se limitaba a saludaba o a dar las gracias, ha sido el marido de la infanta Cristina. Lo cierto es que después de este revuelo no ha dicho nada, pero el jueves sí que se manifestó para decir que sus fotos con Ainhoa Armentia "son cosas que pasan", puntualizando que esto "es una dificultad que gestionaremos con la máxima tranquilidad y juntos, como siempre hemos hecho", declaraba en alusión a su familia.