Síguenos en redes sociales:

Trump, Putin: Ui, Ui, Ui...

El pasado viernes, el semanario alemán Der Spiegel, el más influyente de Europa, nos puso –su nombre significa El espejo– una vez más ante la cruda realidad al publicar en portada la imagen de Volodímir Zelenski con un gran titular: Traicionado. Fue premonitorio. Pocas horas después de salir a los quioscos, tuvo lugar la bochornosa bronca de Donald Trump en el Despacho Oval, y días después la decisión de EEUU de suspender la ayuda, incluso de Inteligencia, a Ucrania. En el subtítulo, Der Spiegel se preguntaba: ¿Primero Zelenski, pronto nosotros?, cuestión muy pertinente y que me recuerda a aquel famoso poema del pastor protestante Martin Niemöller y erróneamente atribuido a Bertolt Brecht: “Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista. (...) Cuando finalmente vinieron a buscarme a mí, no había nadie más que pudiera protestar”. La que sí es obra de Brecht es la pieza teatral La resistible ascensión de Arturo Ui, una parábola, una descarnada alegoría del ascenso al poder de Hitler en la que el protagonista (Ui), trasunto del líder nazi, es un mafioso en el Chicago de hace un siglo, rodeado de gángsters y criminales, que mediante amenazas, presiones y mentiras se hace con el control del Trust de la colifor para dominar todo el comercio y expulsar a sus competidores. No es difícil ver en Ui a Trump, a Putin o a Netanyahu ni en sus compinches a magnates y próceres tecnológicos, oligarcas o halcones de la guerra. En la obra, tras lograr el poder, Arturo Ui se dirige a los suyos: “Acepto con orgullo vuestro agradecimiento./Cuando hace quince años me puse en movimiento (...) / y seguí la llamada/de la campanada/de la providencia/con siete camaradas/de probada decencia/quise hacer de esta ciudad/el imperio de la paz/para poder, sin dolor/comerciar la coliflor./Éramos pocos, pero el destino/premió nuestro sano fanatismo./Hoy somos muchedumbre/y puede la legumbre/venderse en paz./Esa es la realidad”. Ui, Ui, Ui...