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En confianza

Javier Vizcaíno

Es lo humano, no lo académico

Sigue sin entrarme en la cabeza que Guillermo Quindós, una persona de gran prestigio y con un notable nivel de conocimiento público por su faceta de ameno divulgador científico, se haya jugado todo eso creando una cuenta de X anónima para echar mierda contra la candidatura rival en las elecciones al rectorado de la Universidad del País Vasco. Corro a anotar que mi estupefacción y mi decepción tienen que ver con lo personal y no con la vertiente académica. Lo que no concibo es que Quindós, ese tipo tan atento y generoso siempre en los contactos que he tenido con él y tan interesante en las cuestiones sobre las que habla o escribe, incurra en un comportamiento tan deplorable. Lo que no puedo decir, al contrario que tantos de mis colegas que están emitiendo su opinión respecto al episodio, es que el motivo de mi sorpresa resida en su condición de miembro de una institución universitaria. Como no soy de los que adoran santos por la peana, tampoco nadie me pillará sosteniendo que lo que ha ocurrido es más grave porque ha tenido lugar en el, según la expresión topicuda, templo del saber, la reflexión pausada, la tolerancia y me llevo una. Acumulo las suficientes renovaciones de denei y, sobre todo, las suficientes experiencias en carne propia para tener claro que en la comunidad académica se llevan las zancadillas y el navajeo exactamente igual que en las redacciones periodísticas, la alta gastronomía o los moteles de carretera. No en vano, por poner solo un ejemplo, uno de los anónimos más recalcitrantes que he padecido en mi carrera (y miren que mis troles se cuentan por miles) es un reputado investigador que me lanzaba sus esputos dialécticos desde un despacho, precisamente, de la UPV, y para más recochineo, utilizando la dirección de correo electrónico corporativa. Aprovecho la ocasión para saludarlo y, volviendo a lo que nos ocupa, termino estas líneas expresando mi desazón por que se hayan manchado unas elecciones a las que concurren dos muy buenos aspirantes.