Reclamaba Núñez Feijóo en esta campaña electoral decencia. Lo mismo que le están reclamando al PP las asociaciones de víctimas del terrorismo y los demás partidos políticos (exclusión hecha de Vox), por este juego combinado con Isabel Díaz Ayuso consistente en introducir a ETA, a Bildu, a la Ley de Partidos en una campaña electoral, que estando ya retorcida por las ocurrencias de muchos, adquiere un tinte tragicómico (más trágico que cómico).

Parece que ETA se ha encriptado para siempre en las campañas electorales y es posible que nuestros propios hijos sigan sufriendo esta perversión democrática en las decenas de campañas electorales que les quedan por ver. Parece que Isabel Díaz Ayuso ha llegado a comentar que Bildu no es heredera de ETA, que es la propia ETA. Solo una mente preclara como la suya puede explicar cómo se puede pertenecer a una organización extinta. Ni el empirismo de Hume es capaz de explicar semejante virguería intelectual. Desafortunadamente la presidenta de Madrid es consciente de que lo que afirma es mentira y para conseguir los tres o cuatro diputados que necesita para obtener la mayoría absoluta, tiene que pescar en el caladero de Vox. El discurso de la apologeta de la libertad para tomar cañas y no encontrarse con su pareja en Madrid ha convertido a Jaime Mayor Oreja en un peligroso troskista y a Vox en un partido de centro moderado.

El estilo de Trump se está extendiendo, al menos en la Comunidad de Madrid, que una mentira no nos estropee un buen titular y la Presidenta o miente conscientemente o es una verdadera ignorante, ya que para ilegalizar a Bildu propone utilizar el artículo 11 de la Ley de Partidos Políticos, artículo que solo establece el procedimiento de ilegalización, no las causas. Estaría invocando una ilegalización sin causa, algo que el propio Capítulo III de la Ley de Partidos prohíbe, aunque las causas de ilegalización de esta Ley son tan etéreas como la no condena de acciones terroristas, lo que el TC validando la Ley consideraba sanción reparadora (prohíbe actos negativos contradiciendo principios fundamentales del Ordenamiento Jurídico).

El Partido Popular necesita tres plazas para apalancarse con fuerza para las próximas Elecciones Generales: Valencia, Andalucía y Madrid (en Euskadi y Cataluña son un partido marginal). En Madrid nos encontramos con la humorada de considerar la justicia social como un perverso invento de la izquierda; en Andalucía están atacando los humedales de Doñana incumpliendo su naturaleza de Patrimonio Mundial; en Valencia Carlos Mazón afirma : “Mi línea roja con Vox es un Gobierno en solitario del Partido Popular”. En el seno de este marasmo nos encontramos, afortunadamente, que EAJ-PNV debate sobre vulnerabilidad, protección social, infraestructuras, industria, economía y todas las demás materias que afectan a la vida ciudadana pisando tierra, como siempre ha hecho este partido. Esta actitud sí que es políticamente decente.