El cooperativismo de Euskadi es ya una seña de identidad de nuestro país. Nos referimos a las cooperativas asociadas en el Grupo Mondragon y las demás que están esperando el cumplimiento del Convenio de la OIT 193/2002 que establece: “Las cooperativas deben beneficiarse de condiciones conformes con la legislación y la práctica nacionales que no sean menos favorables que las que se concedan a otras formas de empresa y de organización social. Los gobiernos deberían adoptar, cuando proceda, medidas apropiadas de apoyo a las actividades de las cooperativas que respondan a determinados objetivos de política social y pública, como la promoción del empleo”.

Elogio del cooperativismo vasco

El Grupo Mondragon que bajo los auspicios de Jose María Arizmendiarrieta fusionando tradiciones socioeconómicas del país como los Auzolan y la doctrina social de la Iglesia y el esfuerzo y filosofía de personajes como: Luis Usatorre, Jesús Larrañaga, Alfonso Gorroñogoitia, José María Ormaechea y Javier Ortubay, se constituyó en un grupo de empresas cuyas características se resumían en la retribución del trabajo y no del capital, la gestión democrática y compartida de las mismas, el arraigo al territorio y el compromiso con la sociedad. En definitiva, se creo a través de la interacción cooperativista (uno de los principios definidores del cooperativismo de la Alianza Cooperativa Internacional) en un grupo económico no especulativo, ajeno a la ingeniería financiera, localizado en Euskadi, en un grupo económico sano.

En la llamada Nueva Economía, que es la de siempre sin perjuicio de los avances tecnológicos, se utiliza con frecuencia la expresión ecosistema, aproximando al futuro una referencia nominal más propia del mundo biológico.

Explicaba Jon Azua en este periódico que de lo que se trata es de la clusterización y grupos como el de Mondragon se han ido clusterizando mediante la interacción de cooperativas de trabajo, de enseñanza, de seguros, agrícolas, financieras, servicios sociales y vivienda, por citar algo de actualidad (vemos con sorpresa en esta campaña electoral cómo las ofertas de vivienda de los partidos políticos estatales se van incrementando de 40.000 en 40.000 cada día de la precampaña).

Seguía comentando Jon Azua que en la Universidad de Harvard en el XX aniversario del Programa de Microeconomía de la Competitividad, buscándose el marco conceptual de la nueva era, los nuevos ecosistemas son muy parecidos al cooperativismo vasco. El nuevo marco fortalece la fuerza de objetivos y políticas sociales, la orientación hacia la concreción del valor empresa-sociedad y la gobernanza democrática, esto ha sido y es el Grupo de Mondragon.

La Universidad de Harvard y los teóricos asistentes enfatizaron la necesidad de articular consorcios, alianzas temporales, agrupaciones compartiendo proyectos de financiación de empresas mercantiles.

Siguiendo las anteriores recomendaciones, Konfekoop cierra 2022 con 1.391 cooperativas asociadas y cerca de 60000 empleos, recuperando en este ámbito las posiciones prepandémicas. En Euskadi que posee una población activa de 957.000 personas, un grupo que proporciona 60.000 empleos, el 7% de la población activa, no debe ser legítimamente excluido de los Órganos de Promoción del Empleo y Asistencia Social, particularmente del Consejo de Lanbide.

La Proposición no de Ley 34/2019, adoptada por la Comisión de Empleo, Políticas Sociales y Juventud del Parlamento Vasco, en sesión celebrada el 27 de marzo de 2019, se puso de manifiesto la necesidad de la participación del Movimiento Cooperativo Vasco en los órganos de Lanbide. Se afirma que “el autoempleo, la economía social y el empleo cooperativo no resultan ajenos al Sistema Nacional de Empleo, del que forma parte los servicios públicos de empleo de las comunidades autónomas, como es el caso de Lanbide-Servicio Vasco de Empleo”. Parece llegado el momento de cumplir con este mandato.

Las cooperativas vascas no necesitan acudir a OPA como la de Siemens a Gamesa o la del Grupo Vivendi a Prisa. No necesitan recurrir a parámetros para medir la eficiencia de una cartera de fondos, ni las teorías de Markowitz, ni las de William Sharpe, ni al fondo Azvalor Internacional.

De las 100 principales empresas y grupos empresariales con sede en Euskadi por facturación en 2021 nos encontramos con:

1. Iberdrola: 39.113 millones de euros.

2. BBVA: 21.066 millones de euros.

3. Grupo Mondragon: 11.404.

La compra de Ibermática por parte de la empresa sevillana Ayesa; ITP Aero, propiedad ya del fondo Bain Capital; Euskaltel, adquirida por MásMóvil. Todas estas operaciones que pueden tener fundamento empresarial y resultar legítimas, no son concebibles en el ámbito cooperativo.

Quizás ha llegado el momento de superar los conceptos de mayor representatividad empresarial y sindical, definidos en el Estatuto de los Trabajadores y en la Ley Orgánica de Libertad Sindical y de ampliar la noción de representación institucional, de forma que la presencia en distintos Órganos como los de gestión del empleo o los propios de la Seguridad Social no sean patrimonializados por sindicatos y organizaciones empresariales. No se trata de competir por la presencia en dichos organismos sino de complementar las perspectivas de análisis, por ejemplo de fomento del empleo, de la formación profesional, de las políticas activas, como ocurre en la mayoría de los países europeos.

Si un grupo de empresas radicadas en Euskadi fomentan la cohesión social, retornan parte de sus beneficios a la sociedad, constituyen el ejemplo democrático de gestión y son un referente mundial para un desarrollo económico, humano y sostenible, deben ser objeto del debido reconocimiento institucional.

Jurista