¿Han notado cómo desde hace un par de meses el ámbito de la política se ha sobrecalentado hasta niveles inauditos? Inauditos hasta la siguiente vez, claro. Me dirán ustedes, claro, es que hay elecciones a la vista.

En las izquierdas, el sobrecalentamiento deriva en parte del hecho de que las coaliciones gubernamentales siguen siendo terreno insólito –cuando no ignoto– para muchos, y hay que buscar la forma de diferenciarse. Se ha hablado de en torno a 700 rebajas de pena a delincuentes sexuales. Curiosamente, no se destaca con igual ímpetu que tan sólo un puñado de esas rebajas tiene carácter firme, y que el número final será probablemente sensiblemente menor tras los pertinentes recursos. Buen filón para las derechas a la hora de arremeter contra el gobierno central.

En las derechas han visto que esto era terreno abonado para arremeter contra el Gobierno con esas 700 presuntas rebajas de condena, pero cabe pensar que la alegría les durará poco, porque también quieren diferenciarse entre sí en base a una moción de censura, cuanto menos pintoresca, pues parte de la derecha entiende que los experimentos se hacen mejor en casa, y con gaseosa. Sobre todo cuando previsiblemente quienes se van a frotar las manos y van a recuperar el rédito perdido van a ser las izquierdas.

Creo que nada de esto va a cambiar la relación de fuerzas de izquierda y derecha. Lo que sí puede conseguir todo este ruido es que engorden las cifras de abstención, y eso suele dañar a la izquierda. Acaso sea esa la intención.

Lo que me descoloca de todo esto –y del resto del ruido– es que esas elecciones en el horizonte no son las generales. ¡¡Son las municipales!! Y, aquí, forales. ¿Ven ustedes algo similar en el ámbito municipal? Ya, es que estas municipales son, sobre todo, una prueba de fuego para las generales. Si eso es así, agárrense, que vienen curvas... Y yo, buscando debate y propuestas para decidir mi voto en el plano municipal. ¡Seré iluso!

@Krakenberger