En los últimos años, y con el avance de la tecnología y la digitalización, las estafas telefónicas han ido a más. Los ciberdelincuentes, más activos que nunca, se han aprovechado para perfeccionar técnicas con las que engañar a sus víctimas. Entre ellas, hay una que se ha puesto de moda en los últimos tiempos: el ‘vishing’.
Una estafa muy peligrosa
Según explica la Policía Nacional en un reciente vídeo publicado en sus redes sociales, consiste en una amenaza para muchas personas, que se fían de cualquier llamada telefónica y sin ser conscientes de sus posibles riesgos.
Hay que identificar de dónde viene el término ‘vishing’: de la mezcla de las palabras en inglés “voice” (voz) y “phishing” (otro tipo de fraude). Se trata de llamadas con las que los estafadores fingen ser trabajadores de bancos o instituciones.
El proceso, detalle a detalle
Los ciberdelincuentes utilizan un tono agradable, profesional y muy realista, con el que animan a la víctima a que de toda su información. Es decir, su número de cuenta, contraseñas o el código de verificación que le llega vía SMS.
En el proceso, un supuesto agente del servicio de seguridad del banco explica al cliente de que en su cuenta bancaria hay “movimientos sospechosos” y le pide datos importantes con los que poder “bloquear la tarjeta”.
En el mismo vídeo, la Policía Nacional avisa de que los bancos nunca piden el PIN ni otra información en una llamada o en un mensaje: “Si tienes dudas, cuelga de inmediato y contacta con el número oficial que aparece en la web de tu banco”, apuntan.
Doble verificación y contraseñas seguras
El primer paso para protegerse de estas estafas es muy sencillo: anticiparse. Dicho de otro modo, activar la verificación en dos pasos, para poder blindar las cuentas de forma segura y que los defraudadores no puedan tener información privada.
Asimismo, y con la idea de confundir a los ciberdelincuentes, no está de más cambiar de vez en cuando las contraseñas. También es importante no utilizar la misma clave en diferentes servicios o plataformas, para así anticiparse a cualquier imprevisto.
Por esa misma razón, ante cualquier llamada sospechosa, se recomienda no dar información personal. Es preferible colgar y bloquear el número cuanto antes, para que haya menos probabilidades de sufrir un engaño.
Otros recursos para no caer en trampas
Es importante tener en cuenta más consejos que se pueden aplicar en estas situaciones con el fin de proteger la seguridad digital. Uno de ellos es no guardar nunca códigos del banco ni otras contraseñas en el móvil para no ser hackeado.
Siempre que sea posible, se recomienda ir actualizando el sistema operativo del teléfono móvil, al igual que las aplicaciones bancarias. Con estas mejoras, el dispositivo será mucho más seguro y podrá identificar fraudes con tiempo de antelación.
Finalmente, revisar las cuentas bancarias y estar al tanto de todos los movimientos es fundamental ante cualquier sospecha. Y, en el caso de notar algo raro, ponerse en contacto con el banco en cuestión para aclarar el problema.
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