Los meses de negociación del pacto presupuestario del Territorio Histórico de Álava para 2026 han llegado a su fin este viernes con la aprobación de las cuentas forales por 27 votos a favor y 23 en contra. El presupuesto salió adelante por mayoría absoluta, gracias a los apoyos del equipo de gobierno PNV-PSE y de Elkarrekin Podemos. Se refrenda así la norma foral con el presupuesto más elevado de la historia de Álava, un resultado esperado tras el acuerdo alcanzado con la formación morada, mientras que EH Bildu, PP y Vox votaron en contra.

Se trata de unas cuentas en las que la economía y el empleo, las políticas sociales y la cohesión territorial constituyen los ejes centrales del presupuesto. Tras la aprobación, el diputado general, Ramiro González, destacó la relevancia de que las cuentas hayan sido aprobadas por mayoría absoluta, lo que, a su juicio, demuestra que “Álava es un territorio diverso, plural y cohesionado, en el que no queremos líneas rojas, confrontación ni las políticas de Madrid”.

"EH Bildu y PP han unido hoy sus votos no para construir, sino para intentar impedir la aprobación del presupuesto de Álava”

González fue crítico tanto con EH Bildu como con el Partido Popular. A la izquierda abertzale le reprochó que, en las últimas semanas, haya sido incapaz de desmarcarse de la violencia protagonizada por algunos jóvenes. “Hemos visto también cómo ha actuado con infinita prepotencia y cómo pretendía trasladar esa actitud al debate del presupuesto foral”, afirmó.

En cuanto al PP, el diputado general consideró que es un partido “completamente dependiente de Madrid, que ha perdido los papeles y vive instalado en la confrontación permanente”. A su juicio, EH Bildu y PP “han unido hoy sus votos no para construir, sino para intentar impedir la aprobación del presupuesto de Álava”, frente a una mayoría absoluta que “trabaja por la convivencia, el progreso y la cohesión social, y que ha sido capaz de ponerse de acuerdo”, algo que calificó como “un éxito del conjunto de la sociedad alavesa”.

El diputado general, Ramiro González, charla con José Damián García-Moreno (izquierda) y David Rodríguez, de Elkarrekin Araba. Alex Larretxi

Vocación de estabilidad

La diputada foral de Hacienda, Itziar Gonzalo de Zuazo, defendió en el pleno que, en un contexto internacional complejo marcado por las tensiones políticas y económicas, el presupuesto presenta unas cuentas públicas "rigurosas y realistas, que sitúan a la ciudadanía en el centro y se alinean con las prioridades del plan de gobierno". Subrayó que las aportaciones incorporadas durante la negociación "permiten mejorar su alcance e impacto en Álava, con una clara vocación de estabilidad".

Entre las principales novedades destacó la dotación de 10 millones de euros para poner fin a seis años de conflicto en las residencias privadas del territorio, así como los avances en movilidad sostenible y cohesión social.

El presupuesto para 2026 asciende a 727 millones de euros de presupuesto propio, el más elevado del territorio, apoyado según el Ejecutivo foral en un sistema fiscal sólido y en la autonomía financiera de la institución. Los presupuestos forales incluyen además una apuesta por la vivienda, el reto demográfico y las políticas para reducir la brecha digital. El sector primario contará con un respaldo de 17,7 millones de euros, con inversiones en mejoras logísticas y el impulso al aeropuerto de Foronda.

Itziar Gonzalo de Zuazo puso en valor el acuerdo alcanzado con Elkarrekin Araba, que, a su juicio, demuestra la capacidad de "dejar a un lado las diferencias, escuchar propuestas y enriquecer el presupuesto para hacerlo más completo y justo". "Es fundamental llegar a acuerdos entre diferentes; estas cuentas son mejores gracias al trabajo compartido, al contraste de ideas y a la voluntad de sumar", concluyó.

Posición de los grupos

Desde Elkarrekin Araba, David Rodríguez y José Damián García-Moreno expresaron su satisfacción por los logros obtenidos en la negociación, en especial la formalización del primer convenio laboral de las trabajadoras de las residencias privadas. Defendieron que el acuerdo permite avanzar en un modelo "sostenible, progresista y valiente" y que ha supuesto "un giro progresista" del presupuesto, con el objetivo de mejorar la vida de la ciudadanía.

Por su parte, el Partido Popular, a través de su portavoz Iñaki Oyarzabal, rechazó las cuentas al considerar que incorporan "gasto ideológico" y recetas presupuestarias "equivocadas y fracasadas". Criticó una presión fiscal que, a su juicio, empobrece a las clases medias y trabajadoras, y denunció una gestión ineficiente de los recursos. Según señaló, mientras la recaudación aumenta un 7 %, el presupuesto foral solo crece un 3 %. También lamentó la falta de apoyo a autónomos, emprendedores y pequeño comercio.

Desde el PSE-EE, Josu López Ubierna defendió que el presupuesto mejorará la vida de las personas que viven y trabajan en Álava. Subrayó el carácter ambicioso de unas cuentas que alcanzan los 727 millones de euros y que sitúan al territorio como líder estatal en inversión por habitante. Afirmó que se trata de "dinero bien invertido", orientado a reforzar las políticas sociales y el desarrollo económico, y expresó su confianza en el Gobierno foral para construir una Álava "más justa, igualitaria y próspera".

En cambio, Eva López de Arroyabe, portavoz de EH Bildu consideró que los presupuestos "no están a la altura" de lo que reclama Álava como territorio y sociedad. Criticó que, pese a ser los más altos de la historia, no reorientan las políticas del Gobierno foral y generan una deuda que, a su juicio, hipoteca el futuro. También denunció recortes en las partidas contra el cambio climático, en igualdad y en la colaboración con la UPV/EHU, y pidió que el Ejecutivo cumpla los acuerdos alcanzados con su grupo.

Finalmente, desde EAJ-PNV, su portavoz Joseba Ruiz de Galarreta destacó el trabajo "riguroso, serio y comprometido" que ha permitido cerrar el acuerdo presupuestario, así como la voluntad de consenso entre formaciones distintas para desbloquear la negociación y firmar el primer convenio de las residencias privadas. Defendió que las cuentas nacen con una visión clara: proteger lo logrado y avanzar hacia mayores cotas de bienestar, con el mayor importe de la historia destinado a políticas sociales y medidas para impulsar el relevo generacional en sectores como la ganadería, la viticultura o el regadío.