Aunque no lo parezca, el verano es también una época en la que muchos estafadores apuestan por nuevos métodos para sus chantajes. Estas hechas, entre vacaciones y días de descanso, donde no hay preocupaciones, es el terreno perfecto para que estos se aprovechen de sus víctimas.

Un contexto en el que los delincuentes se valen de recursos sofisticados para hacerse con información o dinero de otras personas. Y, esta vez, con la versión veraniega de un método bastante conocido que aparece en escena. 

El aviso de la Policía Nacional

En un reciente vídeo publicado por la Policía Nacional en sus redes sociales, se habla de un fraude que se ha hecho viral en los últimos tiempos y que puede amenazar la tranquilidad y seguridad de muchas personas: la estafa del “hijo en apuros”. 

Así lo explican los agentes, haciendo una clara referencia a un mensaje bastante conocido:  “De los creadores de ‘Papá, se me ha roto el móvil’, llega ahora: ‘Papá, se me ha caído el móvil al agua’. No piques. Con esta excusa te terminarán pidiendo dinero y, por una vez, no será tu hijo”.

Este engaño consiste en hacerse pasar por el hijo de una de las víctimas usando mensajes de texto. Así, se hace pasar por un familiar y aprovecha esta situación de urgencia para exigir una deuda o cualquier tipo de pago inmediato. 

Una versión veraniega del fraude

Cabe recordar que esta estafa ya se ha hecho en anteriores ocasiones. La única diferencia es que se recurren a problemas o circunstancias propias del verano, como, por ejemplo, los móviles estropeados en la playa o la piscina para que suene mucho más creíble y convincente.  

Bajo este pretexto, se intenta que el adulto haga una transferencia o facilite información bancaria para hacerse con el dinero de la víctima. Ante esta tesitura, la Policía Nacional insiste en que no hay que “entrar al trapo”. 

Asimismo, hay veces en las que se fuerza a la víctima a actuar rápido y sin pensar, de modo que lo más recomendable es no caer en sus redes: es fundamental pensar con la cabeza fría y comprobar toda la información, contactando con el hijo por otros medios.

Esta estafa suena muy creíble en estos días de verano Pexels

¿Qué hacer si ya se ha caído en la trampa?

En el supuesto caso de que se haya hecho un pago después de recibir mensajes de este tipo, lo primero que se debe hacer es contactar con la entidad bancaria rápidamente. Por eso mismo, hay que facilitar todos los datos de la tarjeta y bloquearla ipso facto. 

También se puede bloquear el número de teléfono desde el que se ha recibido el mensaje, para que el ciberdelincuente no se vuelva a poner en contacto. Y, si se puede, denunciarlo como spam y bloquearlo cuanto antes. 

Finalmente, mantener la calma ante las estafas y no dejarse llevar por las emociones es una de las mejores soluciones que hay. Un paso en falso podría tener consecuencias muy negativas para la seguridad y privacidad de la víctima, así que es preferible apostar por la tranquilidad.