Envejecer es algo inevitable y natural. Aunque muchas personas asocian frecuentemente este fenómeno a razones biológicas como la pérdida de facultades o movilidad, lo cierto es que es un tema más complejo de lo que imaginamos. Mientras que algunos lo relacionan a la jubilación, otros lo ligan al hecho de convertirse en abuelos.

En cualquier caso, la ciencia asegura que ninguna de las mencionadas razones es la correcta. Y es que, finalmente, tras numerosos estudios, ha determinado a qué edad deja una persona de ser joven y pasa a ser considerada mayor. 

El envejecimiento

Según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), el envejecimiento indica que biológicamente, el cuerpo ha experimentado la acumulación de diferentes achaques celulares y moleculares durante un largo periodo de tiempo. 

Como consecuencia, sufrimos un deterioro progresivo de las capacidades cognitivas y físicas, así como un mayor riesgo de enfermedades y contratiempos que influyen en el envejecimiento.

Imagen de archivo de tres pensionistas sentados en un banco Archivo

Señales claras

Para saber si hemos envejecido, basta con prestar atención a las siguientes señales.  

Cambios genéticos

Con el tiempo, se acumulan mutaciones en el ADN y cambios en la regulación genética (epigenética), lo que puede afectar la función celular.

Acumulación de daño celular

Las células acumulan daño en su ADN, proteínas y otros componentes debido a factores como el estrés oxidativo y la exposición a tóxicos ambientales.

Disminución de la capacidad regenerativa

Las células madre, responsables de la regeneración de tejidos, disminuyen en número y capacidad funcional con la edad.

Imagen de unas manos de una persona anciana Pixabay

Deterioro de la función del sistema inmunológico

El sistema inmunológico se vuelve menos eficiente, aumentando la susceptibilidad a infecciones y enfermedades.

Cambios en la comunicación intercelular

Las señales químicas y hormonales que regulan la interacción entre células y tejidos pueden volverse disfuncionales, afectando la homeostasis del organismo.

Factores ambientales y de estilo de vida

La dieta, el ejercicio, la exposición a toxinas y el estrés también influyen en el envejecimiento.

¿Cuándo envejecemos ‘oficialmente’?

Tal y como apuntan numerosos estudios e investigaciones, las proteínas en la sangre desempeñan un papel fundamental en el envejecimiento. Si nos fijamos en los niveles de proteínas, estos nos muestran el proceso de envejecimiento en tres etapas señaladas.

Edad adulta (34-60 años)

Los niveles de proteínas no presentan grandes cambios.

Madurez tardía (60-78 años)

Se aprecia una bajada en los niveles de proteínas.

Vejez (a partir de 78 años)

La producción de proteínas disminuye considerablemente. 

Asimismo la OMS aclara que el envejecimiento también está relacionado con circunstancias vitales como la jubilación, el cambio de residencia y la pérdida de pareja, familiares y amigos.

¿Cómo prevenir el envejecimiento?

Prevenir el envejecimiento es un objetivo que busca mejorar la calidad de vida y extender la longevidad saludable. Aunque no se puede detener por completo, existen varias estrategias que pueden ayudar a ralentizar el proceso y reducir sus efectos negativos.

Alimentación saludable

Una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, proteínas magras, granos enteros y grasas saludables proporciona los nutrientes esenciales y antioxidantes que combaten el daño celular. Evita el exceso de azúcar, grasas y alimentos procesados.

Ejercicio regular

La actividad física regular mejora la salud cardiovascular, fortalece los músculos y huesos, y ayuda a mantener un peso saludable. Ejercicios aeróbicos, entrenamiento de fuerza y prácticas de flexibilidad y equilibrio son importantes.

Gestión del estrés

Técnicas como la meditación, el yoga y la respiración profunda ayudan a reducir el estrés, que está relacionado con el envejecimiento acelerado y enfermedades crónicas.

Sueño adecuado

Dormir lo suficiente es vital para la reparación celular, la función cognitiva y el bienestar general. Se recomienda entre 7-9 horas de sueño de calidad por noche.

Hidratación

Beber suficiente agua mantiene la piel y los órganos hidratados y funcionando correctamente.

Protección solar

Usar protector solar y ropa protectora previene el daño de los rayos UV, que contribuyen al envejecimiento prematuro de la piel y al riesgo de cáncer.

Adiós al tabaco y al alcohol

No fumar ni beber alcohol protege contra numerosos problemas de salud, incluyendo enfermedades cardíacas y cáncer.

Revisiones médicas regulares

Las visitas periódicas al médico ayudan a detectar y manejar problemas de salud tempranamente.

Una pareja de ancianos disfruta dando juntos un paseo en bicicleta al aire libre. Freepik