Ya sea a través de la novela de Michael Crichton o de la saga de películas con el mismo nombre, "Parque Jurásico" lleva años tentándonos con el ámbar. En la franquicia, esta resina de árbol fosilizada permitía preservar organismos antiguos y materiales biológicos durante millones de años. De ahí que los científicos extrajesen el ADN de dinosaurio de un mosquito prehistórico que quedó atrapado en la sustancia.

Sin embargo, las fantasías de un loco de la ciencia ficción se convirtieron en realidad cuando aparecieron las primeras piezas de ámbar fosilizado del Cretácico medio en República Dominicana o Myanmar. A día de hoy, los avances del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) llevan la narrativa hasta lugares nunca vistos.

De la ficción a la realidad

Basándose en "Parque Jurásico", un equipo de científicos del MIT ha desarrollado un polímero parecido al ámbar que podría almacenar cualquier cosa, desde genomas completos hasta fotografías y música. De hecho, han logrado almacenar ADN que codifica la Proclamación de Emancipación del presidente Abraham Lincoln, el logotipo del MIT y la banda sonora original de Jurassic Park mediante su polímero T-REX, abreviatura en honor a la saga de Xeropreservación reforzada con RE termoestable.

Y es que los científicos afirman que este material podría utilizarse para almacenar secuencias de ADN que codifican datos fácilmente extraíbles sin dañarlos. Esto supone una mejora significativa en comparación con los métodos actuales de conservación que requieren temperaturas bajo cero y mucha energía. Mientras, el polímero T-REX se almacena a temperatura ambiente y protege el contenido del calor o el agua.

El mejor almacenamiento hasta la fecha

El ADN es ya el método de almacenamiento del futuro porque es increíblemente estable, altamente escalable, muy denso y con larga durabilidad. Es más un solo gramo de ADN contiene hasta 215 petabytes (215 millones de GB) de datos, lo que permite "programar" los cuatro nucleótidos que lo componen para guardar información práctica para la ciencia.

"Congelar el ADN es la forma número uno de preservarlo, pero es muy costoso y no es escalable", explicó James Banal, coautor principal del estudio que recoge la revista Journal of the American Chemical Society. "Creo que nuestro nuevo método de preservación será una tecnología que puede impulsar el futuro del almacenamiento de información digital en el ADN". Es más, en sus pruebas han conseguido almacenar un genoma completo de más de 50.000 pares de bases sin pérdidas de información y protegido de temperaturas de hasta 75 grados.

El material del que habla se llama termoestable y es una mezcla de estireno y un reticular que protege el ADN de la humedad. Esos compuestos se transforman en un sólido vítreo al calentarse y el resultante, en complejas esferas de ADN en el centro con una capa repelente al agua en el exterior. Y en el momento de leer los datos, el material se expone a cisteamina, que rompe los enlaces que lo mantienen unido, y se le añade otro ingrediente para no dañarlo.

ADN EP