Todos los veranos, una de las imágenes más comunes es la de aglomeraciones de personas, sobre todo niños, disfrutando de la piscina. Sin embargo, lo que parece ser un momento de diversión puede terminar en una desgracia debido a los ahogamientos y otros sustos que ocurren en estos casos.
Por ese motivo, la Policía Nacional ha mandado un mensaje de alerta para vigilar a los menores cuando están en el agua. Así lo recoge también un reciente artículo del medio ‘Huffington Post’, en el que se detalla cómo hay que actuar.
El peligro que se repite cada verano
La Policía Nacional, en un vídeo subido a sus redes sociales, ha hecho saber que los niños afrontan riesgos cada vez que van a una piscina o espacio de agua: "Un niño puede ahogarse en lo que tardas de ver este vídeo de 20 segundos", señalan.
Y es que, al contrario de lo que se cree, los ahogamientos en menores son más frecuentes de lo normal. Sobre todo en zonas en las que, supuestamente, el orden y la seguridad están más que aseguradas.
La institución manda un claro mensaje a tutores, padres y madres, pues, en un pequeño despiste, las consecuencias pueden ser fatales: "En la playa o en la piscina, no pierdas de vista a los niños”, matizan, pues, según indican, unos segundos de distracción “pueden cambiarlo todo".
La regla del 10/20: una guía sencilla y efectiva
Ante este problema, la Policía Nacional recomienda llevar a cabo una técnica muy sencilla y útil en este tipo de situaciones, conocida normalmente como la regla del 10/20 y que, si se ejecuta correctamente, puede llegar a salvar vidas.
Se trata de mirar al agua cada 10 segundos para ver que todo está en bajo control, estando siempre a una distancia que se pueda recorrer en un total de 20 segundos. Con este sistema, se puede responder de inmediato si hay algún incidente.
El secreto consiste en mantener una "vigilancia activa", estando atentos a cada segundo y centrados por completo en lo que pueda ocurrir en el agua con los menores. Y hay un aspecto más que resulta fundamental: “Actuar rápido puede marcar la diferencia”.
Educación y concienciación para prevenir tragedias
Más allá de las tradicionales campañas de concienciación que se ponen en marcha todos los años, lo cierto es que la prevención de ahogamientos y todo tipo accidentes en el agua debe empezar desde casa, con la educación como base.
Asimismo, los adultos deben saber que la supervisión es importante en todo momento. Aunque sea una zona ya conocida y el niño sepa nadar, la prudencia nunca está de más, pues las tragedias siempre suceden cuando se baja la guardia.
Por eso mismo, estos consejos como los que da la Policía Nacional son de gran ayuda para tener un verano tranquilo, sin sustos y con la seguridad garantizada para los menores y los padres, madres y tutores en general.