Los Conguitos vuelven a estar de actualidad. Ese clásico y apreciado snack consistente en cacahuete tostado bañado en chocolate y con un reconocible envase naranja ha vuelto a copar noticias porque ya no se van a volver a vender en el bar del Parlament de Catalunya por las connotaciones racistas que tienen, según la opinión del establecimiento, compartida por otras personas a lo largo de los años.

No es una decisión que se haya tomado en el Parlament, sino que ha sido el propio bar el que ha optado por dejar de venderlos después de que un cliente se quejara de los tintes racistas del producto. Esa protesta no es nueva y tiene que ver con la simbología de los Conguitos, que salieron al mercado a principios de los años 60 y que desde 1987 pertenecen a la empresa zaragozana de chocolates Latasa, que los sigue vendiendo con éxito y con nuevas variedades.

Las connotaciones racistas

La polémica llega porque los Conguitos parecen ser niños del Congo (la imagen se le ocurrió a un publicista zaragozano tras la independencia del Congo Belga), imitándolos con su piel oscura, sin pelo, muy sonrientes y con rasgos exagerados, como los grandes labios.

Y antes la cosa era aún peor, porque en el logo, que aparece impreso en cada bola de chocolate, el conguito aparecía con una lanza tribal, que posteriormente fue sustituida por una mano que tiene el dedo pulgar levantado en señal de aprobación.

El logotipo antiguo de Conguitos, con la lanza tribal.

Campaña en Change.org

Ya en 2020 se inició una campaña en Change.org que pedía a Lacasa que dejara de utilizar la marca Conguitos y sus dibujos “por ser considerados como racistas” y por convertirse en “un producto estigmatizador para la población negra”, un “racismo inconsciente” y “cultural contra el que todos debemos luchar”. Además, solicitaba a Lacasa “una petición de disculpa pública hacia la población negra tantas veces estigmatizada por esa marca en imágenes, envases o anuncios de televisión. Esta empresa además podría dedicar parte de los beneficios recaudados a organizaciones que luchen contra el racismo hacia la población negra".

El precedente de Cola-Cao

No son los Conguitos los primeros productos en ser acusados de racistas. Ya lo vivió antes el Cola-Cao, en cuyos envases aparecían personas negras recogiendo cacao en plantaciones, lo que podía asociarse a los tiempos de esclavitud que sufrió esta población durante siglos. Unos dibujos que terminaron siendo suprimidos, lo mismo que sucedió con la canción que decía “Yo soy aquel negrito del África tropical...”, que se hizo muy popular en los anuncios de radio y televisión y que también desapareció.