Uno de los mejores remedios que toda rutina facial para el cuidado personal debe incluir son los antioxidantes. Estos componentes esenciales ayudan a combatir el envejecimiento prematuro y a darle más brillo al rostro, debido al desgaste que provocan el tabaco, el estrés y muchos otros factores del día a día.
Además, ayudan a producir colágeno, así como a darle más firmeza y elasticidad a la cara. Mientras que por la mañana valen para proteger la piel durante todo el día, por la noche sirven para regenerar células y reparar los tejidos.
Consejos para aprovechar los antioxidantes
Ante esta situación, Leire Barrutia, una conocida dermatóloga, apuesta por aplicar los productos antioxidantes encima de una piel seca y limpia, antes de echarse protector solar e hidratante.
Recomienda usarlos siempre que se pueda para lograr objetivos en el medio y largo plazo, combinándolos con otros productos dependiendo del tipo de piel que tenga la persona en cuestión.
Por lo tanto, y según comenta en uno de sus recientes vídeos esta creadora de contenido, existen tres pautas con las que potenciar la acción de los antioxidantes en la rutina facial y saber cómo aplicarlos correctamente.
Limpiadores para la absorción
Tal y como apunta Leire Barrutia, si se usa vitamina C por la mañana, se puede potenciar su efecto utilizando antes un limpiador con ácido salicílico que favorece la absorción de la vitamina C. Eso sí, aplicando antes de la vitamina C un producto ligero con ácido glicólico a un pH bajo que favorece la absorción.
Alternativas para pieles reactivas
De acuerdo con esta especialista, las personas con piel reactiva e intolerantes a la vitamina C, tienen una alternativa interesante: la vitamina E. Además de proporcionar efectos antioxidantes, también es un calmante que ayuda a reparar y fortalecer la función barrera.
Productos para activos concretos
En palabras de esta dermatóloga, quienes tengan piel con tendencia al acné tienen productos concretos que funcionan muy bien. Antes de incluir la vitamina C en la rutina, hay otros activos como el azelaico o la niacinamida, que ayudan a controlar la secreción sebácea, pero se puede volver a la vitamina C una vez se haya controlado la grasa.
Más curiosidades sobre los antioxidantes
Existen algunos aceites esenciales y elementos naturales que contienen muchos antioxidantes. Un buen ejemplo de ello es el romero, que se puede emplear para potenciar el efecto de productos cosméticos sin tener que recurrir a remedios artificiales.
Por otro lado, la dieta y la alimentación están relacionadas con los beneficios de los antioxidantes. Hay alimentos como las frutas rojas o ciertos vegetales que sirven para cuidar el cutis desde dentro y así ser más eficaces ante la radiación solar.
Asimismo, la ciencia no deja de avanzar, por lo que muchas empresas venden fórmulas inteligentes que pueden sustituir a los antioxidantes, con una protección más duradera y adaptada a cada tipo de piel.
En cualquier caso, y en situaciones de duda, no hay mejor remedio que consultar estas cuestiones con dermatólogos o profesionales expertos en la materia para saber cómo sacarle partido a los antioxidantes.
        
    
                                            
    
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