Las arrugas de la piel son unas líneas que aparecen como causa natural del envejecimiento. Con el paso del tiempo, elementos como el colágeno se van deteriorando y, en consecuencia, también el cutis. Y si a esto se le añade la pérdida de hidratación, entre otros factores, la situación va a peor. 

Si bien forman parte de la vida, las arrugas suelen relacionarse con un estilo de vida nada sano y con la falta de cuidados a lo largo de los años. Es por eso que hay que entender qué mitos y qué verdades existen en torno a ellas, y más en verano. 

El mito del verano y la piel “más joven”

La dermatóloga Ana Molina, con mucha presencia en las redes sociales y los medios, afirma que, aunque en estas fechas de calor se suelen notar menos manchas y arrugas, lo cierto es que debería preocupar más de lo debido.

El sol y el calor resultan muy engañosos, pues, a diferencia de lo que se cree, no benefician para nada la salud de la piel. Por lo tanto vamos a repasar qué aspectos hay que vigilar para cuidar el cuerpo lo mejor posible en la temporada estival. 

Cuidado con el sol 

El sol es fundamental en el cuidado de las arrugas. Aunque pueden oscurecer la piel, lo cierto es que reduce el contraste visual de estas líneas. Se podría decir que el bronceado es como un filtro natural que las tapa, pero no las elimina.

Una mujer se aplica protección solar en la playa. Freepik

La radiación 

La radiación solar puede llegar a provocar una leve hinchazón e inflamar la piel. Es como una especie de efecto que hace que los pliegues sean más suaves, pero, en el fondo, las arrugas no dejan de estar ahí. 

Vigila la piel

Aunque a veces la piel en verano pueda aparecer más lisa, disimulando las arrugas, dura solo lo que el bronceado aguanta. En realidad, los rayos ultravioleta afectan a las fibra de colágeno y elastina, haciendo que su regeneración sea mucho más complicada. 

Quemadura solar Freepik

Efecto contrario 

Se podría mencionar que, en este proceso, hay un tipo de “maquillaje solar” que disimula temporalmente la piel. Sin embargo, los efectos llegan más tarde en forma de manchas, arrugas más pronunciadas y piel poco firme. 

Cuidar la piel todo el año

Si nuestro objetivo es que la piel luzca brillante, sana y siga libre de arrugas, nada mejor que la prevención. Más allá del uso de protector solar en la playa o la piscina, no hay que olvidar que durante todo el año el sol sigue estando presente. 

Por esa misma razón, es clave darse crema solar de forma constante, cada pocas horas, y seguir hábitos de cuidado personal con los que aguantar tanto el calor como la piel libre de quemaduras. 

Tampoco hay que dejar de lado otros hábitos de cuidado como, por ejemplo, una dieta rica en antioxidantes que ayude a combatir el estrés que potencia el envejecimiento, al igual que la hidratación, bebiendo varios litros de agua al día.