El Baskonia visitará este jueves a partir de las 21.00 horas al Estrella Roja, un rival que será muy difícil de superar en uno de los pabellones más calientes de la Euroliga. El conjunto serbio pasa por un momento dulce y, a pesar de su mal comienzo de temporada, lastrado por sus numerosas lesiones, ha sabido reconducir la situación con la llegada de Sasa Obradovic al banquillo.

Desde la destitución de Ioannis Sfairopoulos, con quien el equipo perdió sus tres primeros compromisos entre Euroliga y la Liga Adriática, el Estrella Roja ha cambiado por completo y acumula cuatro victorias consecutivas.

Todo sin que la delicada situación de la plantilla haya cambiado, ya que sigue teniendo la enfermería llena con las bajas del base Tyson Carter por una embolia pulmonar, el base Devonte Graham por una lesión en el tobillo, el escolta Isaiah Canaan por una rotura del ligamento cruzado anterior y los pívots Jasiel Rivero y Joel Bolomboy por lesiones en el tobillo y en el pie respectivamente.

También está en el aire la presencia de Ognjen Dobric, que se ha perdido las últimas citas, pero que apunta a regresar a la convocatoria tras entrenar con normalidad, mientras que el interior Ebuka Izundu, que se perdió el encuentro de la Liga Adriática contra el Perspektiva Ilirija de Liubliana por enfermedad, está ya recuperado y listo para la acción.

Un referente conocido

Pese a todos esos contratiempos, Sasa Obradovic ha logrado levantar al equipo y uno de los motivos del resurgimiento del Estrella Roja es haber recuperado la mejor versión del exbaskonista Chima Moneke, con quien, paradójicamente, no conectó bien el técnico cuando coincidieron en el Mónaco.

Pues bien, si en el Principado no le servía –motivo por el que rescindió su contrato y tuvo la oportunidad de fichar por el Baskonia–, en el Estrella Roja se ha convertido en imprescindible y el principal motivo de que los serbios encadenen cuatro victorias consecutivas.

Moneke generó en Vitoria tanta afinidad como rechazo por su peculiar carácter y estilo de juego anárquico, pero sus virtudes físicas y técnicas están fuera de toda duda. El nigeriano es posiblemente el ala-pívot más difícil de frenar en penetración de la Euroliga por su exuberancia física y manejo del bote, y cuando está con confianza hay poco que los rivales puedan hacer.

El epílogo de su etapa en Vitoria dejó mucho que desear, pero en algunos tramos registró números a la altura de las grandes estrellas de Europa y ha recuperado esa versión estelar en los últimos encuentros con el Estrella Roja.

El ala-pívot de 29 años fue el héroe de la victoria en cancha del Fenerbahce (81-86) con un doble doble de 20 puntos, 12 rebotes, 2 robos, 2 tapones y 31 créditos de valoración, en la victoria frente al Real Madrid también rindió a gran nivel al sumar 15 puntos, 7 rebotes y 18 créditos de valoración y el lunes sólo necesitó 19 minutos en la Liga Adriática para sumar 21 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias, 2 robos y 36 de valoración.

En un momento en el que los efectivos escasean en el Estrella Roja, Moneke se está multiplicando para conseguir que las ausencias de piezas de mucho peso se noten lo menos posible. Sus letales cortes a canasta, sumados a sus penetraciones desde el bote y muñeca suficiente como para amenazar desde fuera, supondrán un problema para el Baskonia, escaso además de poderío físico interior.

Tanto Sedekerskis y Kurucs, que regresa de lesión, como Diakite y Diop, deberán estar pendientes tanto en tareas defensivas y en el rebote para minimizar el impacto del exbaskonista, que podría jugar también algunos minutos como pívot en un quinteto pequeño por las ausencias de Bolomboy y Rivero. Eso sin olvidarse de otras amenazas como Miller-McIntyre, Nwora, Kalinic, Ojeleye, Motiejunas o Dos Santos.