Nadie es capaz de toser al Baskonia en el Buesa Arena y el Básquet Girona se convirtió este domingo en la undécima víctima consecutiva del rodillo azulgrana. La fatiga de haber competido 48 horas antes frente al Asvel no pasó factura a los gasteiztarras, que con un gran juego colectivo y mucha energía defensiva alcanzaron en menos de un cuarto de hora una ventaja de 20 puntos que, con la excepción de un errático arranque de la segunda parte, supieron gestionar sin sobresaltos.

Con el quinteto titular formado por Forrest, Howard, Sedekerskis, Moneke y Diop, ya asentado en las últimas semanas, el conjunto azulgrana quiso imponer desde el principio un ritmo alto de juego que el Girona sólo pudo igualar durante un breve tramo gracias al acierto de Fjellerup, autor de los seis pirmeros puntos visitantes.

A partir del 5-6 inicial, el criterio de Forrest en la dirección de juego, el trabajo defensivo de Sedekerskis y los puntos de Howard por fuera y Diop por dentro –anotaron 10 y 6 tantos respectivamente en el primer cuarto– permitieron a los alaveses poner tierra de por medio y construir una renta de dobles dígitos al cierre de los diez primeros minutos (22-11).

El arrollador parcial de 17-3 recordó al comienzo del partido del encuentro de dos días atrás contra el Asvel y el objetivo de los alaveses en la reanudación fue el mismo que en la mencionada cita. Con algunos jugadores de la segunda unidad en cancha como Raieste y Jaramaz, el Baskonia mantuvo su agresividad atrás, dificultó la ofensiva catalana con una cantidad ingente de tapones y contó con el acierto desde el perímetro que le faltó a su rival para seguir ampliando su colchón.

Un triple de Sedekerskis, que pidió el cambio exhausto tras su esfuerzo, elevó la diferencia hasta los 20 puntos con el 33-13, momento en el que el Girona logró poner freno al aplastante parcial de los gasteiztarras. El rebote ofensivo y los triples de Iroegbu, Sergi Martínez y Durham dieron algo de oxígeno a los gironís, aunque la sensación de dominio azulgrana se mantuvo hasta que una cuestionable antideportiva señalada a Howard en ataque descentró a los alaveses. Al tiro libre le siguieron dos triples más de Iroegbu y el Girona logró reducir la brecha hasta los 11 puntos al descanso, cortos por lo visto sobre el parqué.

Cortocircuito tras el descanso

Si los once puntos parecían pocos, pronto se quedarían en nada, ya que el Girona regresó de vestuarios con una marcha más y al Baskonia le costó darse cuenta de que la segunda parte había empezado. En cuestión de dos minutos, los de Moncho Fernández aprovecharon las pérdidas azulgranas y el rebote ofensivo para colocarse a un sólo punto con un parcial de 1-11 y forzar el tiempo muerto de Pablo Laso (47-46).

La charla del técnico vitoriano surtió efecto, su equipo volvió a las bases sobre las que se sustentó su gran arranque de partido, con energía defensiva y Forrest generando canastas a partir de sus penetraciones, y logró darle respuesta a la insurrección visitante con un parcial de 17-4 con un destacable papel del omnipresente Sedekerskis. Cuatro puntos de Forrest tras una acción de canasta y personal y una técnica del desquiciado Moncho Fernández colocaron el 72-53 en el marcador, que Fjellerup y Sergi Martínez convirtieron en un 73-58 al término del tercer cuarto.

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En imágenes: El público del Buesa Arena se hace notar en el Baskonia - Girona

No pudieron empezar mejor los diez minutos decisivos para el Baskonia, ya que dos puntos de Hall y un espectacular triple a una pierna de Rogkavopoulos devolvieron la diferencia de +20 al marcador y dejaron el choque prácticamente sentenciado. Pese a ello, el Girona no bajó los brazos y siguió compitiendo e intentando acercarse en el marcador mediante el triple y los puntos de Geben, lo cual impidió que los vitorianos se pudieran relajar y dar paso a los menos habituales.

En cualquier caso, los de Pablo Laso gestionaron a la perfección los últimos compases, pese a algún despiste puntual comprensible no dejaron que la diferencia bajara en ningún momento de los diez puntos y terminaron apuntándose por 92-76 una victoria que les permite no perder comba con sus rivales en la pelea por el play off de la ACB y cerrar una semana redonda en cuanto a resultados y sensaciones en el juego, que ahora deberán intentar mantener en su principal tarea pendiente: los partidos lejos del Buesa Arena.