"En el Baskonia no puede jugar cualquiera"
El norteamericano, presente la semana pasada en la Copa del Rey, analiza la actualidad del club en el que ganó cuatro títulos y habla de su nueva vida como agente
Los baskonistas que siguieron la reciente Copa del Rey posiblemente dejaron escapar alguna lágrima nostálgica cuando vieron a Pete Mickeal (Illinois, 1978), héroe del último título copero conseguido por el Baskonia en 2009, sentado a pie de pista en el Gran Canaria Arena. El norteamericano observó en primera persona a los ocho equipos participantes, aunque, como reconoce a este periódico, echó en falta la presencia del conjunto gasteiztarra. Días después de haber firmado un contrato como consejero de la gigante agencia Octagon, el que fuera MVP de la final de la ACB de 2008 habla de las sensaciones de su paso por España y de su nueva vida como agente de jugadores.
¿Cómo ha sido volver a vivir de cerca una Copa del Rey?
Ha sido genial. Me ha traído buenos recuerdos de todas las Copas del Rey y del trofeo de MVP que gané durante mi carrera y ha sido un privilegio volver y disfrutar de un baloncesto ACB de altísimo nivel. Para mí es el mejor baloncesto de Europa y uno de los mejores del mundo. Siempre es un placer ver a equipos jugando como un equipo, con altruismo, y esos siempre son los que ganan. El Real Madrid tenía bastantes más estrellas individualmente en su plantilla, pero el Unicaja jugó más como equipo. Defendió mejor, movió mejor el balón y esa fue la clave en la final.
¿Qué es lo que más le ha llamado la atención del torneo?
El Unicaja. Han estado en lo alto de la clasificación desde que comenzó la temporada y también ganaron la Supercopa. Se han mostrado consistentes todo el curso y normalmente esos equipos son los que terminan ganando. El play off de la ACB será una historia distinta, por supuesto. Va a haber equipos que de aquí a finales de mayo mejoren mucho y también está el factor de las lesiones, que pueden cambiarlo todo, pero creo que el Unicaja puede tener también una oportunidad. Dependerá de qué equipo llegue a las eliminatorias en mejor forma.
¿Le ha traído recuerdos de la Copa del Rey que ganó con el Baskonia en 2009 y sus acciones decisivas?
Sí, el ambiente en este torneo es espectacular, es el mejor que puedes vivir en Europa aparte de la Final Four. Los aficionados son increíbles, incluso hubo un montón de seguidores del Baskonia con los que me saqué fotos a pesar de que su equipo no se clasificó. Nunca olvidaré aquella canasta ganadora y el tapón a Berni Rodríguez en el último segundo. Son dos acciones que siempre serán parte de la historia de la Copa del Rey.
¿Ve diferencias entre el baloncesto actual y el de su época como jugador? ¿Es más físico ahora?
Bueno, el equipo en el que jugaba cuando ganamos la Copa del Rey con Dusko Ivanovic en 2009 es el equipo más físico en el que he jugado nunca. No he visto muchos equipos tan físicos como aquel Baskonia, así que no creo que el baloncesto haya cambiado mucho desde entonces. Sí que veo que ahora se recurre más a los cambios automáticos en defensa, algo que no siempre funciona bien.
¿A qué cree que se debe eso?
Creo que es más una estrategia de los entrenadores, ahora juegan tantos partidos entre la Euroliga o la Eurocup y las ligas domésticas que no quieren quemar a sus jugadores. Posiblemente esa sea la principal diferencia con el baloncesto de mi época. Nosotros jugábamos un partido de la Euroliga el jueves y otro de la ACB el domingo, ese era nuestro calendario todas las semanas. Ahora tienen una agenda brutal, con bastantes semanas de tres partidos. Con inteligencia, los entrenadores se adaptan a esa exigencia. El juego ha cambiado, en algunas cosas a mejor y en otras no tanto.
¿Fue raro no ver al Baskonia en Gran Canaria?
Sí, fue algo extraño. Tenía muchas ganas de ver a los aficionados, la última vez que estuve en Vitoria fue en la Final Four de 2019 y me mostraron mucho cariño. Aunque he tenido la oportunidad de sacarme fotos y estar con muchos de ellos, también me habría gustado poder ver al equipo competir. Siempre que vengo a España me encanta ver partidos del Baskonia o del Barcelona.
“No echo de menos mi etapa como jugador, exprimí mi cuerpo al máximo de sus posibilidades”
¿Cómo es su vida ahora como agente de jugadores? ¿Ha supuesto un gran cambio?
Ha sido un cambio importante, sí, aunque el camino hasta aquí ha sido fluido, natural. Los primeros cuatro años después de retirarme estuve trabajando en la secretaría técnica de dos franquicias de la NBA como los Minnesota Timberwolves y los Washington Wizards, así que durante esa primera etapa conseguí experiencia y aprendí cómo funcionan los departamentos de ojeadores de las franquicias. Después, me titulé y me moví al mundo de los agentes de jugadores, que es lo que siempre quise hacer. Hace cuatro años, fundé mi propia agencia y actualmente represento a 30 jugadores, así que ha sido bastante exitosa.
Y ahora llega a un gigante como Octagon...
Sí, el fichaje por Octagon me lleva a otro nivel. Cambia la mentalidad de las personas con las que negocio, la percepción que tienen de mí. Ahora tienen que respetarme y tomarme en serio porque saben que mi equipo es el mejor de toda Europa.
¿Echa de menos su etapa como jugador?
Le diré una cosa: como jugador saqué el máximo de mi cuerpo. Jugué durante 17 años y exprimí mi físico hasta el final, eso no es algo que pueda decir todo el mundo. Entrenaba una o dos veces al día y llegué a la final de la ACB seis temporadas consecutivas, dos de ellas con el Baskonia y cuatro con el Barcelona, así que esos son más de 300 días al año entrenando una o dos veces al día. Me retiré a los 39 años, así que creo que maximicé lo que podía ofrecer, no lo echo de menos. Amo ver a mi hijo jugar y crecer, intento enseñarle cómo ser duro, cómo tirar, cómo defender... Quiero que se forme ahora que es joven en aspectos en los que veo que los jugadores profesionales sufren en la actualidad. Eso es lo que más disfruto actualmente de mi vida.
Ahora forma parte de la agencia que representa a Markus Howard. ¿Qué opina de él?
Es un jugador que tuvo una estancia muy corta en la NBA. Tuvo algún partido de 10 puntos o más, pero luego no le dieron más oportunidades de mostrar su valía. Así es la NBA. Yo estuve en una situación similar, anoté 20 puntos en una parte en un partido de pretemporada, pero luego nunca llegué a jugar un partido oficial allí. No es fácil mantenerse en la NBA si no eres una elección alta del draft. Hay que encontrar la manera de maximizar tus habilidades y Howard lo encontró en el Baskonia. Fue allí y se convirtió en uno de los mejores pagados y el hombre a buscar en ataque. Ahora tiene la responsabilidad de rendir cada noche y jugar en el Baskonia supone mucha presión. Tiene una de las mejores aficiones, los seguidores están hambrientos de victorias y no es fácil manejarlo. Después, hay veces en las que hay asuntos internos en las plantillas que no se pueden ver en la cancha y cuando se solucionan permiten al equipo jugar mucho mejor. Desconozco la razón por la que el Baskonia no ha rendido al nivel necesario para estar en la Copa del Rey, lo que sí sé es que tienen seguidores exigentes que van a pedir que juegue bien.
¿Cuál es el primer recuerdo que se le viene a la cabeza cuando le mencionan al Baskonia?
Diría que mi primer año. Fue muy especial porque debuté en la Euroliga y fui el MVP de la final de la ACB en la misma temporada. Para mí fue un gran paso en mi carrera. Perdimos la Copa del Rey en casa contra el Joventut, pero terminamos ganándole al Barça la liga. Fue el año en el que pasé a ser reconocido como uno de los mejores aleros de la Euroliga. Fuimos capaces de llevarlo todo hasta el final en una temporada con mucha controversia fuera de la cancha, a veces sólo tienes que seguir trabajando y todo termina funcionando. Sucede lo mismo con el Baskonia de ahora. Puede que no estén jugando bien, pero tal vez en abril o en mayo desplieguen su mejor baloncesto. Así es como funciona. Tienes que seguir peleando y trabajando para intentar ser mejor, pero debe haber consistencia y una mentalidad de ir día a día mientras trabajas hacia un objetivo. Y ese objetivo en un equipo de primer nivel de la ACB como el Baskonia no es otro que ganar. Para ello, debes dejar las estadísticas individuales a un lado e ir a por la victoria.
En la actualidad cuesta ver aleros como usted, capaces de sacar canastas en el poste. ¿Por qué?
Eso es algo que me han comentado muchos entrenadores. Me llaman y me dicen que necesitan un tres como yo y yo me río y les digo que no van a encontrar un alero como yo a no ser que cambien su manera de ojear y reclutar jugadores. Cuando en 2004 jugué en el Peristeri griego en mi primera experiencia en Europa jugaba exactamente igual que en mi primera temporada en el Baskonia el curso 2007-08. En mi primer año en Europa promedié 20 puntos por partido y en mi segundo llegué a la final de la Copa ULEB –actual Eurocup–. Era exactamente el mismo jugador, pero nadie reparó en mí en aquel momento. Tienes que ampliar tus horizontes y buscar jugadores que no estén jugando necesariamente en la NBA, la Euroliga o la ACB, a veces tienes que ir a un lugar remoto de Rusia a encontrarlos, tal vez el jugador que buscas está en la liga alemana... Esa es la lección que aprendí cuando trabajé como ojeador en la NBA. Me tocó ojear jugadores en Argentina, en Brasil, en China, en Japón, en Italia, en Rumanía... En todos los sitios. La NBA tiene una visión global cuando se trata de reclutar jugadores. Creo que algunos equipos por su estatus y su nombre sólo se enfocan en jugadores de primer nivel procedentes de la NBA o la Euroliga y a veces tienes que mirar más allá.
“Para ganar en un equipo como el Baskonia hay que dejar de lado los números individuales”
Eso es lo que ha hecho el Baskonia en cierta medida.
Totalmente, creo que Alfredo Salazar ha hecho un gran trabajo llevando al Baskonia a jugadores como Prigioni, Nocioni, Scola... Es una de esas personas capaces de ir más allá, pensar diferente al resto, conseguir un pasaporte para algunos de esos descubrimientos y dejar que ellos se labren su nombre... Tener a un reclutador de esa experiencia y que lleva tantos años con esa visión tan amplia es la razón por la que el Baskonia ha tenido tanto éxito a la hora de encontrar diamantes en bruto. No hay más que ver todos los jugadores dominantes y duros que ha encontrado y que después han tenido una magnífica carrera ya sea en el Baskonia, en otro equipo de la Euroliga o en la NBA. Nadie se acuerda de esto, pero el año anterior a fichar por el Baskonia yo estaba jugando en Corea del Sur. No conozco ningún equipo de la Euroliga que actualmente esté ojeando jugadores en Corea. Como le decía, siempre fui el mismo jugador, promedié 35 puntos y 13 rebotes y fui el MVP allí, simplemente no tuve los ojeadores correctos que confiaran en mi juego. El Unicaja es un buen ejemplo de cómo hacer las cosas.
¿Por qué?
Si se fija en su plantilla, no tienen los numerosos ex de la NBA que tienen otros equipos. Han construido una plantilla que juega duro, de la forma correcta, los unos para los otros y además son disciplinados. A veces eso es lo que hace falta para tener éxito. Sé que a la gente le encanta ver a jugadores con pasado en la NBA que han logrado esto y lo otro, pero en mi opinión tienes que valorar a los jugadores por lo que han hecho en Europa. Esos son los que entienden el juego y van a ayudar a tu equipo a ganar. A muchos equipos de la Euroliga o incluso de la ACB les encantan los nombres, pero los nombres no siempre dan resultados, por eso pienso que Alfredo Salazar es uno de los mejores del negocio. También es habitual que un jugador sea el foco de las críticas porque no está jugando bien, pero a veces no es su culpa, sino del equipo que lo ha fichado. Simplemente no encaja ahí.
“Me saqué muchas fotos con baskonistas en la Copa, aunque me habría gustado ver al equipo”
¿Y qué es necesario para encajar en el Baskonia?
En el Baskonia no puede jugar cualquiera. En primer lugar, no es una ciudad en la que todo el mundo querría vivir y, en segundo, no todas las familias se sienten cómodas mudándose allí. Necesitas encontrar a un jugador especial que quiera vivir en Vitoria durante más de dos años. Para mí fue muy fácil vivir allí. En Vitoria están varios de mis restaurantes favoritos y también algunas de las mejores personas que he conocido. A mí no me costó adaptarme, otros jugadores simplemente llegan y no son capaces de adaptarse, echan de menos los Estados Unidos o quieren vivir en una gran ciudad. Tienes que encontrar perfiles con ese carácter y pensar en ello cuando estás ojeando.
En la actual Euroliga, ¿cuáles son los jugadores que más le llaman la atención?
Hay muchísimos hombres con talento ahí fuera. Mike James, Jabari Parker, este, el otro... Sin embargo, a mí me gusta más fijarme en jugadores que podrían ser una estrella pero que cumplen un rol específico en el equipo. No todo es blanco o negro, a veces parece que para que se te considere talentoso tienes que anotar 20 puntos por partido. Yo me fijo más en la versatilidad. ¿Puede defender a jugadores de su posición? ¿Puede defender a jugadores más altos o más pequeños que él? ¿Puede hacer el pase extra? ¿Sabe interpretar el juego? Esas son las cosas en las que me fijo. Hay algunos pocos ejemplos que podría mencionar como Wade Baldwin. Es un jugador que me gusta porque juega en ambos lados de la cancha y es una estrella. Para poder darle una lista más detallada tendría que hacer un análisis más profundo y ojear a esos jugadores personalmente.