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Ibon II de Málaga

El técnico vitoriano del Unicaja firma otra obra de arte al frente del conjunto malagueño, con quien levanta su quinto título y la segunda Copa

Ibon II de MálagaACB Photo/Mariano Pozo

Ya no es Ibon Navarro, sino Ibon II de Málaga. El técnico vitoriano sigue escribiendo su particular historia al frente del Unicaja. Llegó a tierras costasoleñas en febrero de 2022 en un delicado momento donde un clásico de la ACB daba tumbos y apenas tres años después le ha permitido recuperar el esplendor de una manera brillante.

El exbaskonista conquistó este domingo su segunda Copa del Rey y su quinto título al frente del Unicaja. Con anterioridad, ya levantó la Copa de Badalona de 2023, mientras que en 2024 llegaron la Basketball Champions League, la Copa FIBA Intercontinental y la Supercopa, esta última izada en Murcia en el arranque de esta temporada precisamente ante su misma víctima de la final en el Gran Canaria Arena: el Real Madrid.

Lo cierto es que el trabajo de Ibon Navarro sigue siendo digno de elogio. Pocos podían intuir un crecimiento tan exponencial del que fuera en su día ayudante y primer técnico del Baskonia. El Unicaja le renovó recientemente hasta 2027, pero a este paso seguirá echando raíces en tierras andaluzas durante más tiempo si el equipo malagueño prolonga esta senda triunfal iniciada en los últimos tiempos.

La superioridad física, técnica y táctica en las dos finales de esta temporada ante el Real Madrid merece un capítulo aparte. Nada es casualidad en el deporte profesional e Ibon Navarro ha construido un Unicaja granítico en el que todos sus jugadores se sienten importantes.

12 jugadores útiles

A diferencia de otros técnicos, cualquier baloncestista de su plantilla le resulta útil y tiene su espacio sobre la cancha con un minutaje importante. No hay ninguna estrella que brille sobre el resto, si bien cabe reconocer que la final en tierras insulares será recordada por la maravillosa exhibición de Kendrick Perry.

Frente al Real Madrid no estuvieron el canadiense Ejim por lesión ni el descartado Tillie, pero el interminable juego interior del Unicaja se bastó para contener a Tavares pese a los problemas de faltas de Sima o Balcerowski. El pívot caboverdiano sufrió lo indecible al no poder defender los tiros abiertos de Kravish, mientras que en el timón Perry hizo la vida imposible a un Campazzo más terrenal que en jornadas precedentes.

El Real Madrid se quedó sin argumentos para dar la réplica al Unicaja, que durante la fase regular de la ACB ha demostrado ser el equipo con mejores hechuras de la competición y en esta Copa ha barrido al Joventut, Tenerife y Real Madrid.

Y todo ello por obra y gracia de Ibon Navarro, un técnico que tras dar sus primeros pasos en Corazonistas ya puede mirar a la cara a cualquier compañero de profesión en el Viejo Continente.

Este Unicaja del siglo XXI no conoce ya de jerarquías establecidas. Lejos de los axiomas establecidos por Real Madrid -29 Copas del Rey- y Barcelona -27-, el conjunto andaluz ha refrendado, con su tercer entorchado copero de la historia, el cambio de signo en el baloncesto español.

Un mérito achacable al entrenador vitoriano, a quien el Baskonia por cierto no dudó en felicitar pocos minutos después de consumarse el 93-79 definitivo.