La línea maldita de los 6,75 metros condena al Baskonia ante el Real Madrid
El mal día del conjunto azulgrana desde el arco unido al acierto letal del cuadro blanco en el triple condenan a los azulgranas a la derrota
Un Baskonia de carácter irreductible, serio y capaz de levantarse de cada sopapo recibido por el Real Madrid cayó ante el conjunto blanco por errores puntuales, alguna que otra pérdida inocente, pero sobre todo por su mal día desde los 6,75 metros. La cruz del triple. Una vez más.
Con las espadas en todo lo alto fue Hezonja el que puso la puntilla al duelo con un triple desde los 9 metros. Acribillados desde el arco. La línea maldita. Tanto por el mal día del conjunto azulgrana como por el excelente encuentro firmado por los de Chus Mateo desde los 6,75 metros.
Y es que si el Real Madrid promediaba hasta este encuentro un notable 38% en triples, frente al Baskonia disparó su acierto hasta un espectacular 50% (12/24). La escuadra gasteiztarra, por su parte, volvió a estar una vez más con la mirilla desviada desde la larga distancia.
El Baskonia quiere, pero no puede con el Real Madrid
Demasiado. Y es que el conjunto gasteiztarra se quedó en un pobre 25% desde más allá del arco (5/20). La mitad que su rival. Una losa demasiado grande.
Clave. Y es que el Baskonia fue capaz de competir de tú a tú a todo un Real Madrid en el rebote, con 33 capturas para los blancos por 31 para los azulgranas y limitó su número de pérdidas a 9, frente a las 15 del conjunto merengue. Por encima.
CRUCIFICADOS POR MUSA
Sin embargo, su falta de acierto exterior le condenó. De principio a fin. De hecho, su arranque de partido desde los 6,75 metros fue una vez más de lo más preocupante tras fallar sus cinco primeros lanzamientos desde los 6,75 metros tras errar Howard, Moneke, Baldwin, Forrest y Raieste el tiro que intentaron cada uno.
El 1x1 del Baskonia-Real Madrid: Samanic asume galones
A un mundo de lo logrado por el Real Madrid en ese primer cuarto en el que llevaba un 5/6 (83%), liderado por un Musa soberbio que tras esos 10 minutos llevaba 3/3 y que acabaría con un 5/5.
El exterior balcánico fue un puñal en ataque. El alero madridista hizo mucho daño con su precisión desde el arco y con sus penetraciones para anotar cerca del aro –3/5 (60%)–. Excelente en ataque. Todo un vendaval ante el que nada pudieron hacer sus pares baskonistas para frenarle.
Sin soluciones. Su verticalidad le permitió sacar la friolera de siete faltas. El bosnio acabó con 29 puntos, 5 rebotes y 2 asistencias para una valoración final de 38 créditos y se encargó de sepultar cada atisbo de conato de reacción baskonista con sus apariciones en pista. Y es que el Baskonia estuvo haciendo toda la noche la goma. Fue un querer y no poder.
Y es que cada vez que los de Laso se acercaban de forma tímida a su rival en el marcador llegaba un mazazo por parte de un canastón, como el logrado por Abalde desde casi fuera de la pista, o alguna canasta in extremis de los jugadores blancos desde los 6.75 metros. La línea maldita. Esa que acabó condenando una vez más a un Baskonia que ya depende de un milagro para jugar la Copa.