Salvo milagro, el Baskonia no estará en la Copa del Rey de Gran Canaria. Los alaveses, sin Sedekerskis ni Howard, lesionado en el segundo cuarto, hicieron todo lo posible para apurar sus opciones y vencer al Real Madrid, pero los pequeños detalles decantaron la balanza del lado del gigante blanco. Detalles como la brecha en el triple, los errores puntuales, la exhibición de Musa y el oportunismo de Campazzo evitaron a los vitorianos imponerse en un duelo en el que fueron a remolque tras un nuevo mal inicio.

Forrest, Howard, Raieste, Moneke y Hall fueron los elegidos de inicio por Pablo Laso, combinación que se vio pronto superada por un Real Madrid que entró en la cancha sin contemplaciones y con la intención de dominar y poner tierra de por medio. Lo logró durante los primeros minutos haciéndose fuerte por dentro y aprovechando la superioridad física y de centímetros de Tavares sobre Hall y de Abalde sobre Howard.

A ello se le sumó el acierto exterior de Ndiaye, Hezonja y sobre todo Musa, algo con lo que no contó un Baskonia que fue sumando de dos en dos y que tuvo en el rebote ofensivo su mejor aliado ante la intimidación de Tavares. Pese a ello, la brecha se fue abriendo progresivamente hasta alcanzar los dobles dígitos al cierre del primer cuarto (18-28).

Los minutos de descanso de Campazzo y Tavares dieron un respiro a los gasteiztarras, que ante Ibaka y Garuba tuvieron más facilidades para llegar al aro rival. Pese a que Howard se marchó a vestuarios con un golpe en su rodilla izquierda y no pudo regresar, los vitorianos lograron recortar diferencias gracias a una buena labor en las penetraciones de Luwawu-Cabarrot y Samanic entrando desde el banquillo. Tampoco estuvieron mal Forrest y Diop, que colaboraron a elevar el tono físico y llegar a colocarse a sólo dos puntos con el 28-30.

Con el regreso de Campazzo y Musa, imparable en la primera mitad con 18 puntos, el Real Madrid volvió a tomar el mando del partido y evitó que los alaveses lograran voltear el marcador. Luwawu-Cabarrot, el mejor azulgrana en el mencionado periodo, sumó el primer triple al casillero local en el minuto 18, pero eso no evitó que los de Chus Mateo recuperaran su ventaja. Al final, un triple de Rogkavopoulos sirvió para llegar al descanso a menos de diez puntos (39-47).

Tan cerca y tan lejos

El guión, desafortunadamente para el Baskonia, no cambió al regreso de vestuarios, ya que Musa siguió igual de encendido en anotación y Campazzo manejando el encuentro a sus anchas desde el timón madrileño. Tampoco soltó el pie del acelerador Luwawu-Cabarrot, que hizo de todo para los alaveses e incluso ejerció como director de juego en algunas posesiones, pero el equipo no supo aprovechar sus oportunidades de reducir la distancia por debajo de los cinco puntos y Campazzo y Musa lo castigaron.

Un triple del escolta bosnio, de hecho, colocó la máxima distancia de 45-59 en el marcador y puso el duelo muy cuesta arriba para los azulgranas a un cuarto de hora del desenlace. Eso sí, al igual que sucedió en la primera parte, cuando Campazzo y Tavares se sentaron el Baskonia jugó más cómodo y entre Baldwin y Samanic lograron mantener el encuentro con vida al término del tercer cuarto (56-63).

Fue al arrancar el parcial decisivo cuando llegaron los minutos de mejor baloncesto del partido. Pese a la intensidad defensiva de ambos conjuntos, azulgranas y merengues se las arreglaron para anotar a un gran ritmo gracias a acciones de gran dificultad en las que mostraron por qué son equipos de Euroliga. Baldwin y Samanic siguieron apretando, pero el Real Madrid parecía tener respuesta para cada golpe encajado.

Estadística del Baskonia

Estadística del Real Madrid

A cinco minutos para el final, los alaveses lograron colocarse a cuatro puntos con unos tiros libres de Rogkavopoulos, pero no consiguieron ir más allá de esa barrera. Eso sí, no fue porque no lo intentaron. El quinteto formado por Samanic, que demostró ser un hombre muy importante y superó a Moneke en la rotación en los últimos minutos, Forrest, Luwawu-Cabarrot, Rogkavopoulos y Hall hizo todo lo posible para tumbar al gigante blanco, pero chocó una y otra vez contra el muro de los cuatro puntos, tanto por errores propios como por acierto visitante. Se llegó con 80-84 a los últimos 22 segundos, momento en el que apareció Hezonja con un triple de enorme mérito para sentenciar y dejar al Baskonia con pie y medio fuera de la Copa.