El Baskonia resurge en Kaunas
El conjunto azulgrana recurre a su orgullo y remonta al Zalgiris una desventaja de 16 puntos gracias a un último cuarto de hora arrollador
Sólo el Fenerbahce había logrado vencer en la exigente cancha del Zalgiris. Hasta ahora. El Baskonia consiguió sorprender al conjunto lituano en su pabellón y poner fin a su racha de cuatro derrotas consecutivas sin realizar su mejor partido, pero demostrando orgullo y mucha fe. El conjunto azulgrana, con muchos problemas de acierto y creación, llegó a arrastrar una desventaja de 57-41 en el ecuador del tercer cuarto, pero aprovechó una pequeña relajación del Zalgiris para poner el duelo patas arriba y llevarse la victoria de forma heroica con una corta rotación y un inverosímil parcial final de 13-42.
Laso, en el primer encuentro sin el lesionado Luwawu-Cabarrot, apostó por alinear a sus hombres de mayor confianza de inicio con un quinteto formado por Forrest, Howard, Sedekerskis, Moneke y Hall, que protagonizaron un buen arranque especialmente en el plano ofensivo. Los alaveses comenzaron anotando tres canastas fáciles bajo el aro rival y un alley oop de Hall, aunque cometieron desajustes defensivos atrás que permitieron al Zalgiris mantener el pulso (8-8).
Sin embargo, tras sentarse Moneke en el banquillo con dos faltas, el Baskonia logró cerrar filas y frenar la producción ofensiva del Zalgiris gracias también a una gran labor intimidatoria de Hall. Más blandos estuvieron los lituanos. Ante el disgusto de Trinchieri, siguieron permitiendo llegadas fáciles al aro de los azulgranas, que llegaron a manejar una renta de 11-19, aunque con la segunda unidad en pista y mucho desacierto exterior decayeron al final del cuarto (17-19).
En la reanudación, Rogkavopoulos abrió la lata desde el triple después de que el equipo fallara sus primeros siete intentos y Moneke, que se mantuvo en cancha pese a cometer su tercera falta, le dio continuidad con otra diana para poner el 20-25 en el electrónico. Tras ello, sin embargo, los alaveses se estancaron en ataque, el Zalgiris elevó su intensidad en defensa y aparecieron Walker y Smailagic en ataque para voltear el marcador y poner a los lituanos por delante.
Verse por detrás no sentó bien al Baskonia, que no reaccionó ni siquiera con la técnica a Trinchieri y tras dos triples seguidos de Sirvydis y Giedraitis vio cómo el Zalgiris ponía tierra de por medio y el encuentro se complicaba. Los de Laso siguieron arrastrando un bajo porcentaje de acierto en el tiro y sólo la pelea en el rebote ofensivo de Hall y Rogkavopoulos impidió que el encuentro se rompiera al descanso (42-35).
Remontada mágica
El paso por vestuarios no arregló nada para el Baskonia, que se encontró en el comienzo de la segunda parte con un inspirado Sirvydis que elevó por primera vez la renta local a los dobles dígitos con su otro triple para su cuenta. A ello le siguieron dos ganchos poco ortodoxos de Birutis, una canasta de Giedraitis y el cuarto triple de Sirvydis para colocar el 57-41 en el marcador y poner el partido muy cuesta arriba para los visitantes.
Wade Baldwin se recupera a tiempo para visitar al Baskonia
Con un Howard totalmente negado en el tiro exterior, importantes grietas defensivas y enormes dificultades para generar puntos en posesiones en estático, el Baskonia tuvo que tirar de orgullo para volver a meterse en el partido. El Zalgiris se relajó en el tramo final del tercer cuarto con varios suplentes en cancha y Lekavicius al timón, los gasteiztarras encontraron espacios para correr tras los errores locales y con Baldwin y Forrest compartiendo minutos en la cuerda exterior cerraron el cuarto con un parcial de 0-11 que les permitió llegar vivos a los diez minutos finales (57-52).
El parcial siguió abierto en la reanudación, en la que Trinchieri siguió introduciendo cambios que no funcionaron y vio cómo el Baskonia, sin más cambios de Laso, igualaba el marcador con un triple de Moneke y un tiro de media distancia de Forrest sobre la bocina (57-57). Volvieron a cancha piezas que habían hecho daño a los alaveses como Sirvydis y Smailagic, pero los visitantes estaban ya encendidos.
Los triples de Baldwin, Moneke y Rogkavopoulos pusieron el 61-68 en el marcador, momento en el que el Zalgiris estaba convaleciente con excepción de Lonnie Walker, que se negó a tirar la toalla y con sus acciones individuales mantuvo vivo a su equipo. De hecho, llegó a acercar a los lituanos a sólo dos puntos con el 70-72 tras una exhibición de recursos ofensivos, pero el Baskonia jugó con inteligencia, anuló al norteamericano y con ello también al Zalgiris para rematar la cita con los viajes a la personal de Moneke y Forrest e incluso gustarse con un triple de Baldwin para el revitalizante 70-83 final.