La clasificación del Baskonia para la próxima Copa del Rey pende de un hilo. Los inesperados tropiezos en casa ante Andorra y Joventut han dejado al conjunto azulgrana contra las cuerdas.

Los de Laso aún no están en la lona en el torneo doméstico, pero no se pueden permitir más despistes y menos en su feudo si no quieren perderse el torneo del KO que se disputará el próximo mes de febrero en Gran Canaria.

El margen de error es mínimo y ya es hora de empezar a remontar en la ACB. El Baskonia está obligado a hacer de nuevo del Buesa un auténtico fortín del que sea muy difícil llevarse la victoria.

Howard arenga a sus cariacontecidos compañeros tras la derrota contra el Joventut Josu Chavarri Erralde

Un triunfo en tres partidos en casa

De momento, el balance no es nada halagüeño, ya que la escuadra gasteiztarra tan solo ha sido capaz de ganar ante el amparo de su público al Murcia tras una agónica y sufrida prórroga y ha perdido los otros dos partidos disputados como local, los ya citados ante Andorra y Joventut.

Toca levantar el vuelo y para ello es necesario lograr ese triunfo que le permita reconducir su delicada situación en la ACB, donde tras seis jornadas ocupa la decimocuarta plaza, y acercarse a los puestos que dan acceso a la Copa, de la que ahora están a una victoria.

Para ello, el conjunto gasteiztarra está obligado a doblegar a un Hiopos Lleida al alza. El cuadro catalán, un recién ascendido, ya se ha rehecho de un arranque complicado en el que encadenó tres derrotas consecutivas, entendibles buena parte de ellas, viendo el terrible calendario al que tuvieron que hacer frente.

La escuadra ilerdense comenzó con una derrota en la cancha de un Zaragoza que se está mostrando intratable en su feudo donde ha sumado las tres victorias que lleva hasta ahora en liga y después perdió en casa por un ajustado 74-78 ante el Barça tras un disputado partido; luego salió vapuleado por un hasta la semana pasada intratable Unicaja (101-63).

El rival, tres victorias seguidas

Sin embargo, tras el varapalo del Martín Carpena, el Lleida comenzó a ver la luz. Primero superó con apuros al Manresa en casa (83-81), después se estrenó a domicilio tras ganar al Breogán (77-81) y la pasada jornada consiguió enlazar su tercer triunfo consecutivo tras batir ante su afición al Andorra (80-70).

Queda claro que el Baskonia se va a encontrar a un rival enrachado y con la moral por las nubes, que llegará a Vitoria sin nada que perder y dispuesto a dar la sorpresa ante un Baskonia que habrá que ver qué respuesta da tras el desgaste sufrido el viernes en el Palau ante el Barça.

El Lleida es el quinto equipo que más rebotes ofensivos captura en la ACB (11,5), pero a su vez también es el que más balones pierde (16,7)

De nuevo, no habrán pasado ni 48 horas entre el partido de Euroliga y el siguiente duelo de la competición doméstica y ya se ha visto que al Baskonia le cuesta encadenar dos esfuerzos tan seguidos como ocurrió la pasada semana tras el partido del viernes en París y el del domingo en Las Palmas, donde a los de Laso se le fundieron los plomos en el último cuarto fruto de su falta de energía.

Ya se ha visto que en la ACB cualquiera la puede liar, por lo que el Baskonia tendrá que poner en pista los cinco sentidos si no quiere llevarse un susto de un Lleida que es fuerte en el aspecto reboteador.

Oriol Paulí es uno de los jugadores destacados en el Hiopos Lleida ACB Photo

Los destacados del Lleida

La estadística así lo conforma. El conjunto de Gerard Encuentra es el sexto que más rebotes captura con 35,7 rechaces por partido, de los cuales 11,5 son en ataque, lo que le sitúa quinto de la competición doméstica en este apartado y le da a su vez un gran número de segundas oportunidades.

Eso sí, parece que les cuesta aprovecharlas, ya que hasta la fecha, el Lleida es el 15º en puntos anotados con 78,7 por encuentro, lejos de un Baskonia, quinto en este apartado con 87,3.

Además, el cuadro catalán es el equipo que más balones pierde por partido (16,7), una situación que podría aprovechar el Baskonia para jugar en transición que es donde habitualmente hace más daño gracias a su velocidad.

Los de Laso tendrán que vigilar especialmente al tridente formado por los aleros Luka Bozic y Thomas Bropleh y el combo Kenny Hasbrouck.

El croata aporta 10,5 puntos por partido, 3,2 rebotes y 2,2 asistencias para 10,8 créditos de valoración, mientras que el exterior de Liberia es el máximo anotador del Lleida con 14 puntos, a los que añade 3,5 rebotes, 1,3 asistencias para repetir la misma valoración que su compañero con 11,8 créditos. Por su parte, el director de juego estadounidense anota 10,4 puntos. 

Otros hombres a tener en cuenta son el interior norteamericano Derek Cooke (5,8 puntos y 7,2 rebotes), el alero catalán Oriol Paulí (7,5 puntos, 2,8 rebotes, 3,3 asistencias y 10,3 de valoración) y el ala-pívot esloveno Edo Muric (8,3 puntos y 2,3 rebotes).