Khalifa y Ndiaye, sin miedo ante Tavares

No hay mejor forma de comenzar una semana de triple jornada que con un triunfo frente al Real Madrid en el Buesa Arena. El Baskonia, aún sin alcanzar la brillantez en su juego, mostró ayer una versión más sólida y compacta que en su visita a Belgrado. Los de Pablo Laso supieron sufrir en los momentos más delicados –como el parcial de 0-10 encajado en el epílogo del tercer cuarto– y exhibieron sus garras en un partido condicionado por la ausencia de Donta Hall tras el descanso.

Las estelares actuaciones de Khalifa Diop y Ousmane Ndiaye constituyen el mejor ejemplo de la resiliencia mostrada por el Baskonia frente al conjunto blanco. El primero de ellos vivió, por fin, la noche que puede servir como un punto de inflexión en su impacto en el equipo. El mismo que se le resiente desde su aterrizaje en el Buesa Arena en la pasada campaña.

Y es que Khalifa se resarció de sus últimas actuaciones y dio un paso al frente en un duelo donde mostró su fortaleza física y se aproximó a las dobles figuras con un trabajo descomunal. El renqueante Hall, aquejado de problemas en un tobillo, sufrió durante su breve puesta en escena con las continuaciones de Tavares. Por ello, permaneció en el banquillo durante el segundo tiempo, lo que llevó a su compañero Diop a coger el relevo y disputar 28 minutos.

Y lo cierto es que el senegalés constituyó una de las figuras de la victoria frente al Real Madrid, no solo por los siete rebotes de enorme valor y su brega atrás, sino porque fue el autor del +2 en el marcador a falta un minuto. La clave para lograr la ventaja fue, sin duda, la confianza en su tiro desde cinco metros.

El canterano Ndiaye, por su parte, volvió a ser de la partida en el quinteto de Pablo Laso y ofreció una versión que alimenta el optimismo en cuanto a su evolución en las filas vitorianas. De hecho, fue el autor de las dos primeras canastas del Baskonia y en la segunda de ellas se gustó con una excelente maniobra de espaldas hacia el aro. Ousmane pasó de la intrascendencia en Belgrado y una actuación más bien discreta frente al Murcia, a convertirse en una de las figuras más destacadas en la segunda victoria en Euroliga.

La notable noche protagonizada por Ndiaye y Diop tiene todavía más mérito por la empresa a la que se enfrentaban. El Real Madrid, gracias a la constante amenaza de Tavares, generó un mar de dudas en las entradas hacia canasta de los jugadores azulgranas. El caboverdiano se comportó por momentos como el clásico abusón en el patio de colegio, pero con el paso de los minutos vio frenada su dictadura.

Los dos africanos del Baskonia, que dentro de la rotación azulgrana asumen un rol reconocido en el ciclismo como el de gregarios, se convirtieron a la postre en unos escuderos de altísimo valor para Chima Moneke y Markus Howard. Estos últimos tomaron con acierto las riendas del juego ofensivo del equipo alavés en la última fase de un encuentro al que ambos contendientes llegaron con todo por decidir.