El puesto de base ha causado muchos dolores de cabeza al Baskonia en los últimos años y todo apunta a que este verano volverá a exigir un gran esfuerzo a la dirección deportiva azulgrana tener esa posición crucial para el juego del equipo bien cubierta.
El conjunto gasteiztarra ha tenido tres bases de primer nivel europeo en las últimas tres temporadas como han sido Wade Baldwin (2021-22), Darius Thompson (2022-23) y en última instancia Codi Miller-McIntyre, pero los tres arrastraron el problema de no contar con un suplente de garantías.
En el caso de Baldwin, Granger tuvo una campaña 2021-22 algo irregular y en varias ocasiones ejerció como escolta ante el bajo rendimiento de Marinkovic, mientras que Kurucs, el tercero en discordia, no dio la talla. La mejor pareja de los últimos años la encontró el Baskonia en la dupla Thompson-Henry del curso 2022-23, pero sólo duró unos meses a causa de la sanción recibida por el segundo y Thompson estuvo demasiado solo en el tramo final de la campaña, ya que Max Heidegger no convenció.
Tarea pendiente
Esta temporada, la apuesta por Nico Mannion no salió bien para el club gasteiztarra, que tuvo que prescindir del director de juego con pasaporte italiano a mitad de temporada. Afortunadamente, se encontró con una versión de Codi Miller-McIntyre que superó todas las expectativas convirtiéndose en el máximo asistente de la Euroliga, pero al igual que sucedió con Thompson y Baldwin, estuvo demasiado solo ante las escasas prestaciones de Chiozza y Theodore, que llegaron como refuerzos de circunstancias con la temporada ya en marcha.
La última vez que el Baskonia tuvo una pareja sólida de bases fue en la campaña 2020-21 con Henry y Vildoza, aunque incluso en esa ocasión tuvo dificultades por la salida de Vildoza en el tramo final de la campaña rumbo a la NBA que obligó al club a fichar a Quino Colom como sustituto.
Por lo tanto, una de las tareas pendientes para la dirección deportiva es juntar al menos dos bases solventes y regulares que puedan repartirse los minutos sin que se note un bajón cada vez que el titular abandona el parqué, misión que, vistos los primeros movimientos del mercado estival, volverá a ser extremadamente difícil.
Oferta escasa
Desde hace unos años cuesta encontrar bases de primer nivel para la Euroliga. Los directores de juego se pagan caros y hay mucha demanda por parte de los clubes participantes, por lo que el Baskonia tiene difícil competir contra presupuestos que doblan e incluso triplican el de los alaveses.
Además, como puntualizó el director deportivo azulgrana Félix Fernández en su reciente comparecencia ante los medios de comunicación, cada vez requiere más esfuerzo convencer a jugadores en el otro lado del charco para que prueben suerte en Europa. “Quienes antes podían venir aquí ni lo valoran. Hay mucho más dinero en la NBA, con contratos como los duales y los temporales que los atrapan”, argumentó.
Buena prueba de ello es que los primeros movimientos del mercado se están dando entre clubes de la Euroliga con bases que pasan de un equipo a otro en lugar de abrir la puerta a nuevo talento. Algunos, incluso están regresando sobre sus pasos, como es el caso del Fenerbahce, interesado en sacar a Lorenzo Brown de Maccabi y llevarlo de vuelta a Estambul. También está interesado en Brown el Real Madrid, por lo que se espera una importante puja de la que seguro que el jugador saldrá beneficiado.
Que el Fenerbahce haya entrado en la pelea por Lorenzo Brown se debe principalmente a que su base titular este curso, Nick Calathes, va a recalar en las filas del AS Mónaco a falta de confirmación oficial. Otra de las piezas interesantes del mercado era el hasta ahora base del Zalgiris, Keenan Evans, pero el Olympiacos se ha adelantado a otros pretendientes y tiene avanzado su fichaje, también por dos temporadas.
Otro que podría cambiar de aires es el exbaskonista Luca Vildoza, que apunta a regresar al Estrella Roja tras su escaso protagonismo en el Panathinaikos, mientras que la Virtus Bolonia y el Partizan se han interesado por Chris Jones, que está blindado por el Valencia Basket y será difícil que pueda moverse a pesar de que su equipo apunta a jugar la Eurocup. Por si acaso, el club taronja ya ha movido ficha y está cerca de cerrar el fichaje de Jean Montero.
En este escenario voraz en el que los bases contrastados son inaccesibles debe moverse el Baskonia este verano. Por ello, asegurarse la continuidad de Codi Miller-McIntyre, una pieza muy cotizada en este contexto de mercado y con una oferta para renovar encima de la mesa, cobra enorme importancia y ahorraría a la dirección deportiva alavesa una gran parte del trabajo.