Sin fisuras. El Baskonia abrió la brecha deseada anoche en la lucha por los puestos del play in tras derrotar con solvencia a un abúlico Armani en el Buesa Arena. El equipo capitaneado por Dusko Ivanovic hizo gala de su actuación defensiva más férrea tras la vuelta del parón para desarmar a un rival al que se le acabó haciendo eterna su visita a Vitoria.

Era el escenario indicado para mantener la buena dinámica y marcar distancia respecto a los perseguidores. Y el Baskonia no falló. La presa, un Armani más bien asequible y frágil a domicilio con tan solo dos victorias en sus 11 salidas lejos de Italia, no encontró la fórmula de derribar el rocoso muro de contención establecido por el conjunto vitoriano.

El Baskonia estuvo enchufado en las dos canastas y no dio opciones a su rival. Después de ir de menos a más tras un inicio de partido con cuatro pérdidas, el Baskonia logró una renta en el casillero que no desperdició durante el paso de los minutos.

La consigna de Dusko Ivanovic en la previa fue clara. Sus pupilos tenían que adquirir la confianza a base de trabajo defensivo ya que, de este modo, acabarían llegando las buenas opciones en ataque. 

Dicho y hecho. Salvo Shields, los azulgranas anularon a los anotadores de Messina y, después, fueron llevados en volandas por su inspiración en ataque desde la línea del triple y en las cómodas entradas hacia el aro.

Con garra y carácter

Sin Rogkavopoulos sobre el parqué tras ser baja de última hora por un proceso vírico, ningún integrante del Baskonia escatimó en esfuerzos durante la velada de anoche. De hecho, el equipo no se resintió pese a que Miller-McIntyre no tuviese su jornada más lúcida. La guardia pretoriana de Ivanovic emergió como un auténtico dique de contención para frenar en seco la pesada artillería lombarda liderada por Mirotic y Shields. 

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En imágenes: Así se ha vivido el Baskonia - Armani Milán en el Buesa. ¡Búscate en las fotos! Alex Larretxi

La coralidad del equipo vitoriano se impuso a un gélido adversario que, más allá del arreón al inicio del tercer cuarto, apenas generó sensación de peligro en el Buesa Arena. En Euroliga, lo cierto es que el Baskonia no ha gozado de muchos desenlaces de partido cómodos, pero anoche afrontó los últimos minutos con holgura tras haber completado los deberes en una noche más plácida de lo esperado.

Los principales responsables de la aciaga noche vivida por el Armani no fueron otros que Moneke y Howard, sin obviar la solidez del resto. El primero de ellos aportó músculo y entrega defensiva en las fases en las que el conjunto lombardo recortó distancias. También irrumpió en momentos clave para dar oxígeno con un 2+1 y volvió a ser el jugador mejor valorado del equipo con 27 créditos. 

Howard, por su parte, fue un martilló desde la línea de 6,75 metros. Sus cuatro triples cayeron como un jarro de agua fría para un adversario inerte en defensa y ataque. Costello prolongó su dulce momento de forma con otros tres triples, mientras que Marinkovic volvió a ser un exterior silencioso que cumplió en todas las facetas y Theodore dio ritmo en el timón.

El Baskonia, con tres victorias consecutivas y la sensación de haber recuperado la consistencia defensiva, llega con la moral fortalecida a un tramo crítico del campeonato. 

Los de Ivanovic, con un balance de 16 victorias y 13 derrotas, establecieron anoche un colchón de tres partidos respecto al undécimo clasificado. Pero la ambición también señala las cotas más altas de la tabla, pues la distancia respecto al Fenerbahce, el sexto clasificado, es de tan solo dos victorias.