La rivalidad entre el Baskonia y Luca Vildoza se circunscribirá este viernes únicamente a la cancha de juego del OAKA en el marco de la quinta jornada de la Euroliga.

La áspera batalla judicial que libran ambos desde que el base argentino fichara en octubre del año pasado por el Estrella Roja vivió el último capítulo a primeros de este mes con la vista que se desarrolló en el Palacio de Justicia de Vitoria pero, según ha confirmado este periódico, no será la última si el juez otorga la razón al club vitoriano en sus reclamaciones económicas al ahora base-escolta del Panathinaikos.

La primera sesión entre el Baskonia y Vildoza se produjo hace tres semanas tras la demanda interpuesta en su día por la entidad del Buesa Arena nada más conocer la llegada del marplatense a Belgrado una vez finalizado su periplo en la NBA.

El club vitoriano accedió en su día a una rebaja sustancial de la cláusula de rescisión del argentino, cifrada en dos millones de euros, a cambio de controlar sus derechos en una hipotética vuelta del jugador a Europa.

A Vildoza no le fueron bien las cosas durante su periplo norteamericano. Fue cortado en primera instancia por los Knicks sin llegar a debutar tras firmar un contrato por cuatro años que no estaba garantizado. Posteriormente disputó siete partidos de las series finales por el anillo con los Bucks, donde tampoco llegó a asentarse como un jugador de rotación.

Luca Vildoza, en el palco del Buesa Arena junto a Félix Fernández siguiendo un partido Paulino Oribe Gutiérrez

Su vuelta a Europa era una simple cuestión de tiempo y muchos clubes echaron sus redes sobre él, entre ellos el propio Baskonia, aunque finalmente decidió recalar en el Estrella Roja tras desestimar otras ofertas. Allí volvería a coincidir con Dusko Ivanovic, técnico con el que ganó en la burbuja de Valencia la cuarta Liga ACB del equipo azulgrana tras anotar, para más inri, la canasta decisiva en la final ante el Barcelona.

Opción de un segundo juicio

El club vitoriano solicitó entonces a la Euroliga que se le denegara el transfer y emitió un duro comunicado en el que aseguraba que “su contratación se ha efectuado sin contar con la participación ni el consentimiento del Baskonia, sin ni siquiera recibir comunicación alguna al respecto y sin abonar la compensación económica pactada”.

Dicha cantidad asciende a dos millones de euros, un buen pellizco que pueden ir a parar a las arcas del Buesa Arena en función de cómo evolucione el litigio judicial durante las próximas semanas.

Mientras el Baskonia insistió en esta primera vista judicial que todavía era el dueño de sus derechos en su vuelta a Europa tras acceder a una rebaja de su cláusula, Vildoza reclamó la nulidad del contrato que firmó en su día.

Un desencuentro que deberá ser resuelto por la justicia y puede abrir la puerta a un segundo juicio si el magistrado considera que al Baskonia le asiste la razón. Esa nueva vista serviría ya exclusivamente para determinar la cantidad con la que el exterior argentino debería indemnizar al club vitoriano.