Un sostén. Un jugador clave en ambos lados de la cancha. Maik Kotsar se comportó como una navaja suiza para el Baskonia en Zaragoza. Un multiusos. Puntos, rebotes, robos, contragolpes, asistencias, defensa y muchos intangibles. Un jugador total. Un pívot completo. Colosal. Así fue el partido del interior estonio frente al cuadro maño.

El jugador báltico fue un muro atrás infranqueable para jugadores como Watt y Okafor, incapaces de doblegar al correoso jugador azulgrana. Su esfuerzo defensivo provocó multiples fallos en los jugadores de Porfi Fisac y eso no aparece en la estadísitca. Trabajo sucio para el colectivo. Peleón. Sin dar un balón por perdido. Su actitud en la pintura le permitió coger la friolera de siete rebotes, cuatro de ellos en ataque, aspecto en el que solo le superó Moneke por el bando baskonista.

De paso, segundas oportunidades para el equipo gracias a su intensidad en la cercanía del aro. Dio todo. Pelea, mucha pelea y también clase. Buena prueba de ello es que Kotsar fue el mejor asistente del partido junto a Yusta con cinco pases de canasta.

Antológico fue su pase por la espalda a Marinkovic tras un robo suyo para acabar una contra. Visión de juego como si de un base se tratara. Repartiendo juego desde el poste alto. Generoso con sus compañeros. Hábil también para generar canastas gracias a su envergadura.

Una pantalla suya a Okafor permitió abrir una autopista en la zona para que Miller-McIntyre anotara una bandeja sin oposición y poner un 73-77 que daba aire al Baskonia cuando más apretaba el Zaragoza. 

EL MÁS UTILIZADO

Listo también para atraer jugadores a su zona de influencia y permitir que sus compañeros puedan disfrutar de espacios para generarse canastas o lanzar tiros liberados. Su influencia en la zona permitió a Marinkovic lanzar poco después un triple liberado que ponía el 75-80. Más aire.

El que insufló Kotsar, un titán que estuvo en pista 28:42 minutos, lo que le convirtió en el jugador más utilizado por Peñarroya en el Príncipe Felipe.

Kotsar pugna con Smith por hacerse con uno de los 7 rebotes que capturó en el Príncipe Felipe ante el Casademont Zaragoza Toni Galán

Peñarroya necesitó del saber estar y de la consistencia del báltico en el partido. Un veterano que impartió toda una lección de saber estar. Listo para situarse sobre la cancha y hacerse con todos los rechaces que llegaban por su área de influencia y también para robar balones, algo que permitió al equipo salir rápidamente a la contra.

Con cuatro robos acabó el jugador de Tallin. Espectacular en este aspecto. También el mejor del partido en este apartado estadístico. Grandes números.

Los mejores en lo que va de curso. Y es que a todo ello añadió 8 puntos con un magnífico porcentaje del 80% (4/5) gracias a su habilidad en el poste bajo. Él se busca sus canastas y las mete por la falta de socios en el pick and roll. Todo un multiusos que mejoró y por mucho sus mejores números hasta ahora, que estaban en 9 puntos, 3,6 rebotes, 0,6 asistencias, 0,3 robos y 11 de valoración. Esta vez se fue hasta los 22, justo el doble.