Tadas Sedekerskis ha recuperado su sonrisa. La derrota de Lituania ante Serbia privó al polivalente jugador baskonista de seguir en la lucha por las medallas, pero al menos el cuadro báltico quiere despedirse del Mundial con un buen sabor de boca y ayer dio el primer paso para ello tras desarbolar a Eslovenia por un contundente 100-84.

El triunfo ante el conjunto balcánico permitirá a los de Kazys Maksvytis luchar este sábado por la quinta plaza del Mundial ante la sorprendente Letonia de Artur Kurucs, que se deshizo por 82-87 de la Italia de Fontecchio, que descansó por decisión técnica. De este modo, los dos canteranos azulgranas se verán las caras en el duelo por el quinto y sexto puesto del Campeonato del Mundo y tendrán una nueva oportunidad de demostrar su calidad. 

Tadas volvió a cumplir en el triunfo lituano durante los poco más de 20 minutos que estuvo en pista. El baskonista no tuvo su mejor día en ataque y colaboró con cuatro puntos tras firmar una discreta carta de tiro –1/2 (50% en tiros de 2, 0/1 en triples y 2/2 en tiros libres–, además de capturar cinco rebotes para una valoración final de 7 puntos. No tan brillante como otros partidos.

Eso sí, donde rindió a un buen nivel fue como secante en defensa. El azulgrana fue uno de los jugadores claves de Lituania para impedir el vendaval anotador de un Luka Doncic, que aún y todo acabó con 29 puntos.

Números engañosos. Y es que la estrella de Ljubjana firmó unos más que discretos porcentajes. El de los Dallas Mavericks acabó con un pobre 37,5% (3/8) en tiros de 2 y un 30,8% (4/13) en tiros de tres. Bien defendido. 

Doncic protesta una acción, durante el partido entre Lituania y Eslovenia FIBA

Sin la luz de otras noches gloriosas, el exmadridista asumió de nuevo los galones, dio una nueva exhibición de liderazgo al echarse a su equipo a la espalda, pero no fue suficiente. Estuvo apagado en el tiro. Con la mirilla desajustada. Seco ante el buen hacer defensivo de un titán como Sedekerskis y sus compañeros. El esloveno anotó buena parte de sus puntos desde la línea de personal. 11 en esta ocasión tras 16 intentos. También un día irregular desde los 4.60 metros.

No fue la estrella. De nuevo, el papel estelar recayó en un un Jonas Valaciunas muy acertado. El pívot de los New Orleans fue una pesadilla para Eslovenia. 24 puntos, con 8/14 (57%) y pleno en tiros libres (8/8), más 12 rebotes para una valoración final de 29 puntos convirtieron al interior báltico en el mejor del duelo.