No son pocos los vitorianos que en las últimas horas se han cruzado con el base baskonista Pierria Henry por las calles de Vitoria y no extraña que su presencia en la ciudad haya reavivado la esperanza de poder volver al carismático norteamericano vestir de nuevo la camiseta azulgrana.
Esto sin embargo, aún está lejos de ocurrir, ya que apenas se han dado avances en cuanto a su situación y la FIBA continúa sin tomar una decisión sobre lo ocurrido en el mes de enero, cuando detectó orina sintética en un test antidoping rutinario.
Según ha podido saber este periódico, la razón de la visita de Henry a Vitoria-Gasteiz no es otra que la de recoger sus pertenencias del apartamento que alquiló cuando en octubre del año pasado se anunció su fichaje por el Baskonia, ya que su contrato de arrendamiento vence este mes, momento en el que se esperaba que terminara su temporada.
Cinco meses de suspensión
El último partido disputado por Pierria Henry fue el enfrentamiento contra el Bayern de Múnich el pasado 10 de enero, en el que el base norteamericano no tuvo su mejor partido. Tras ello, fue apartado en el partido posterior contra el Partizan en principio a causa de unas "molestias musculares en su sóleo derecho", según indicó el club, aunque el asunto se fue alargando más de la cuenta.
Finalmente al Baskonia no le quedó más remedio que emitir un comunicado explicando lo ocurrido en el control antidoping y anunciando la suspensión de empleo y sueldo del jugador al menos hasta que pudiera volver a competir.
Al conocer su suspensión, Pierria Henry decidió marcharse de Vitoria y buscar apoyo en su familia y, al desconocer cuánto tiempo se alargaría la decisión de la FIBA, dejó sus pertenencias en el apartamento y solo se llevó lo necesario.
Eso sí, antes de ello se dejó ver por el Buesa Arena una última vez, en la memorable victoria contra el Anadolu Efes en la prórroga por 114-111 en la prórroga, en la que la afición azulgrana mostró su apoyo a uno de sus jugadores más queridos cuando entró en la cancha para presenciar el partido desde la banda. Después, se despidió de sus compañeros en una emotiva sesión de entrenamiento antes de viajar a Barcelona.
Un antes y un después
La salida de Henry fue un punto de inflexión en la temporada para el Baskonia, que desde su marcha no logró recuperar el fantástico rendimiento ofrecido en el mes de diciembre, cuando llegó a liderar la Euroliga y a encadenar 12 victorias consecutivas.
El adiós de Henry desestabilizó al equipo por las semanas de secretismo y rumorología que se vivieron alrededor del base y también por la pérdida de una de las principales estrellas y líderes del vestuario. El hecho también resultó un contratiempo para la dirección deportiva, obligada a moverse en el mercado a contrarreloj en busca de un sustituto que terminó siendo Heidegger, un jugador de un perfil diferente, novato en la Euroliga y sin las cualidades defensivas de Pierria.
Aunque hubo quien mantuvo viva la esperanza de un regreso de Henry antes de final de temporada, la realidad es que aún no hay indicios de que esto vaya a suceder a corto plazo y lógicamente su entorno no está contento con todo lo que se está demorando el proceso y la decisión de la FIBA.
Cuando Henry firmó con el Baskonia, llegó con un contrato hasta final de temporada, por lo que se desvinculará definitivamente del Baskonia en unos días y quedará libre a la espera de conocer cuándo podrá regresar a la competición.