Estaban en todas las quinielas. Eran los grandes favoritos al trono. Todas las apuestas situaban a los cuatro equipos de Euroliga como los principales aspirantes a llevarse la Copa del Rey. Real Madrid, Barcelona, Baskonia y Valencia eran los llamados a levantar el trofeo en Badalona. 

Pues bien, todos fallaron. Con estrépito en algunos casos. Muy lejos de lo previsto. Y es que no solo no se hicieron con el título al que aspiraban, sino que además no llegaron a tener ni opciones de pelear por él. 

Sin presencia al menos de un equipo de Euroliga en la final de Copa. Sorprendente. Inédito, desde que la máxima competición se disputa con el actual formato. Hasta ahora siempre ha habido alguno o incluso dos equipos de la máxima competición continental, habitualmente Barça y Madrid, peleando por ser campeón del torneo del KO en la ACB.

153

Todas las fotos del Joventut - Baskonia (94 - 81) ACB Photo

Esta vez no. Es más, los cuatro han caído a las primeras de cambio. Y es que ya en cuartos se fueron para casa tres de ellos, Baskonia, Barcelona y Valencia y tan solo superó la criba el Real Madrid.

El pase de uno de ellos a semifinales era algo inevitable habida cuenta de que en el primer cruce había un enfrentamiento directo entre taronjas y madridistas y esta vez la fortuna sonrío al conjunto merengue tras un disputadísimo partido.

Víctimas del Unicaja de Navarro

Los de Chus Mateo no llegarían más lejos tras cruzarse en semifinales contra el matagigantes Unicaja de Ibon Navarro. Fin a la presencia de Euroligas en la Copa del Rey. Sobrepasados todos ellos.

Es el peaje que tiene jugar una competición tan exigente. Y es que los dos equipos futboleros, Baskonia y Valencia han sufrido en Badalona la tremenda exigencia y el desgaste que supone disputar la máxima competición continental, que además esta temporada está siendo más competida e igualada que nunca.

Los números así lo confirman. Y es que mientras unos han llegado a la cita de Badalona más frescos de piernas y con la posibilidad de entrenar más y preparar mejor la cita, estos cuatro equipos han aterrizado después de una temporada de lo más cargada y exigente.

44

El Baskonia había jugado antes de la Copa la friolera de 44 partidos, mientras que los dos finalistas tan solo 30 cada uno

Buena prueba de ello, es que los dos finalistas de la Copa, Unicaja y Tenerife, habían disputado antes de la cita de Badalona 30 partidos cada uno, mientras que el Baskonia por ejemplo ya llevaba 44, 20 de ACB y ¡¡¡24 de Euroliga!!!

La diferencia es abismal. Joan Peñarroya ya se ha quejado en alguna ocasión de la saturación que sufren con tantos partidos. “El tute que se está dando a los jugadores es excesivo”, llegó a decir.

Lo sucedido en el mes de enero así lo confirma. Y es que en el plazo de 28 días, el Baskonia disputó la friolera de 11 partidos entre ACB y la competición continental. 11 encuentros, de los cuales siete fueron a domicilio con largos y pesados viajes –Granada, Berlín, Munich, Belgrado, Santiago, Murcia y Milán–. 

Menos viajes y menor exigencia

Muy distinto a la exigencia que tuvieron por ejemplo Unicaja y Lenovo Tenerife, que disputan una competición menor como la BCL, con muchos menos partidos y de un nivel de competitividad también bastante más bajo.

11 partidos, con siete de ellos a domicilio, disputó en enero el cuadro azulgrana, por tan solo 7, con tres salidas, el campeón del torneo del KO

El cuadro andaluz disputó siete partidos en el primer mes del año con tan solo tres salidas –Tenerife, Manresa y Limoges–, mientras que el conjunto isleño jugó seis, de los cuales tres fueron a domicilio, todos en la península –Murcia, Zaragoza y Fuenlabrada–.

Queda clara la diferencia. Mientras que los cuatro equipos de Euroliga tuvieron todas las semanas al menos dos partidos y en dos de ellas llegaron a tener hasta tres, el resto de equipos de la ACB disfrutó de tres semanas con solo un partido y tan solo en una de ellas tuvieron dos. 

Los jugadores de Unicaja celebran el título de la Copa del Rey logrado en Badalona ACB Photo / Emilio Cobos

Una diferencia abismal. Un desgaste mucho menor. Son las desventajas que tiene jugar la Euroliga. Y es que con tantos partidos no hay tiempo casi ni para entrenar ni preparar los partidos. El Baskonia ya ha sufrido recientemente las consecuencias de esta saturación de partidos. 

Problemas para integrar a los fichajes

Un ejemplo claro se produjo con la incorporación de Heidegger al equipo el pasado 28 de enero, justo un día antes de viajar a Murcia. Pues bien, durante esa semana fue muy complicado meter en dinámica al base israelí ya que el conjunto azulgrana no pudo casi completar sesiones de entrenamiento al jugar el martes en Milán, viajar el miércoles a Vitoria para medirse el viernes en el Buesa al Panathinaikos y volver a tener partido el domingo en casa ante el Zaragoza. Un carrusel de partidos que pasa factura.

El conjunto gasteiztarra tan solo dispuso de un poco de aire desde el choque ante el cuadro maño y el Zalgiris, que se disputaría al viernes siguiente. Cuatro días en los que poder entrenar sin viajes. Un oasis en esta temporada tan cargada, que queda claro que afecta y mucho a los equipos de Euroliga. De hecho, el Valencia Basket sufrió hasta para clasificarse para una Copa en la que después sus compañeros de la máxima competición continental fueron despachados por la vía rápida