Este Unicaja en poco o en nada se parece al de las últimas temporadas. El conjunto costasoleño ha conseguido, no solo enderezar el rumbo tras la llegada de Ibon Navarro en febrero del año pasado, sino que ha logrado ir a buen puerto de la mano del técnico gasteiztarra.

Así lo está demostrando esta temporada. De momento, solo ha perdido siete partidos en ACB, tres de ellos en las primeras cinco jornadas –en Vitoria en el estreno liguero donde causó una grata impresión, ante el Real Madrid en Málaga y Badalona–, además de las derrotas en el Palau y Tenerife y las dos de estas últimas semanas frente a Gran Canaria y Baskonia. Tropiezos ante los de arriba que entran dentro de la lógica. Nada que ver con lo que sucedía en los cursos anteriores.

El cuadro andaluz ha vuelto por sus fueros. Con un baloncesto alegre en ataque y un trabajo intenso y coral en el que todos van de la mano en defensa, el Unicaja está firmando una temporada de lo más meritoria.

Muy bien en defensa

Sus números así lo indican. La escuadra malagueña posee el tercer mejor ataque de la liga doméstica con más de 87 puntos por partido y son la cuarta mejor defensa con 76 puntos encajados por choque. Baloncesto total. De momento, Unicaja es el tercer equipo más valorado de la ACB (100) y el tercero que más asistencias reparte (18,5)

11,8

Líder en robos con casi 12 por choque. Perry y Osetkowski son los mejores en este aspecto con 1,2.


Notable en ambos lados. Un equipo rápido, activo en defensa para robar y salir al contragolpe, gracias a jugadores como Alberto Díaz y el base Perry (9,3 puntos), y con un variado arsenal ofensivo en el que destacan piezas como el base Carter (11 puntos), el ala-pívot Dylan Osetkowski (10,6) y el escolta Darío Brizuela (9,5).

Sin embargo, la mayor fortaleza de este Unicaja es que funciona como un bloque. Son muchos los jugadores que pueden hacer daño. No solo hay un foco de atención. El peligro también llega de jugadores como los escoltas Djedovic (9,4 puntos) y Kalinoski (9,4) o el pívot David Kravish (8,2).

+ Brizuela se salió en la reciente victoria ante el Valencia, en la que sumó 20 puntos, 3 rebotes, 2 asistencias y 15 de valoración, y su desempeño en ambos lados fue crucial para su técnico.

- La ausencia de Lima por lesión les ha debilitado su juego interior. El hispano brasileño estaba firmando un curso notable y Sima, su sustituto, no está rindiendo al mismo nivel.