La mejor liga de baloncesto de Europa está de vuelta. Tras calentar motores en las dos primeras jornadas de ACB, el Baskonia arrancará el jueves a partir de las 20.30 horas su 23ª temporada en la Euroliga, una campaña de máxima exigencia en la que un año más se deberá enfrentar a equipos con presupuestos y plantillas muy superiores. El conjunto gasteiztarra apelará de nuevo a su más que conocido carácter y a su capacidad de exprimir al máximo sus recursos fichando y puliendo jugadores todavía por explotar, con el objetivo de intentar dar la campanada colándose entre los ocho mejores equipos del continente, algo que no consigue desde la campaña 2018-19. De momento, el rendimiento en los dos primeros partidos de la competición doméstica, exceptuando el primer cuarto contra Unicaja y la segunda parte contra el Barça, resulta esperanzador, aunque es ahora cuando las cosas se ponen serias de verdad.

Si bien el torneo ha perdido a uno de los clubes más laureados y propietario de la Euroliga como es el todopoderoso CSKA, además del Zenit de San Petersburgo y el Unics Kazan a causa del veto a los equipos rusos, el potencial de la competición no ha disminuido. Todo lo contrario. De hecho, algunas de las antiguas estrellas de dichos conjuntos como Lorenzo Brown (Maccabi), Will Clyburn (Efes), Tornike Shengelia (Virtus) o Kevin Pangos (Armani Milán) han encontrado acomodo en otros clubes, que han sacado rédito de la situación y han elevado el nivel de sus plantillas con fichajes que en otro contexto no habrían estado a su alcance.

Para suplir la ausencia de los conjuntos rusos, la competición se ha fijado en los proyectos con mayor presupuesto y potencial en cuanto a plantilla más que en los méritos deportivos de cada uno, lo cual ha derivado en un cartel extremadamente competitivo que dificultará mucho las cosas a equipos con menor músculo financiero como el Cazoo Baskonia.

Uno de los nuevos integrantes es la Virtus Bologna, un proyecto en el que se ha invertido mucho dinero en las últimas temporadas para regresar al máximo torneo continental y que cuenta con varios ex de la NBA como Teodosic, Mannion, Belinelli, Mickey o el propio entrenador, el vigente campeón del Eurobasket Sergio Scariolo, además del exbaskonista Tornike Shengelia. Tampoco se queda atrás el Partizan, equipo con el que una leyenda Zeljko Obradovic regresa al escaparate de la Euroliga y que se ha reforzado con fichajes de mucho peso como Nunnally, Exum o Papapetrou. La última novedad es el Valencia Basket, que con el apoyo financiero de Juan Roig ha rendido en los últimos cursos a un nivel similar al del Baskonia. Pese a su cartel de novatos, necesitan clasificarse entre los ocho primeros para asegurar su presencia en la próxima edición del torneo, por lo que sumarán competencia a una pelea ya de por sí muy complicada para los alaveses.

EQUIPOS EN OTRA DIMENSIÓN

El gran inconveniente para los clubes que pelearán por entrar en el play off es que algunas de las plazas para la fase final del torneo parecen estar ya adjudicadas de antemano a varios equipos que se encuentran en otra galaxia en cuanto a músculo financiero y calidad de sus plantillas, por lo que son pocas las plazas en disputa para esos equipos de la zona media de la tabla. El Anadolu Efes, campeón de las dos últimas ediciones, el Real Madrid y el Barcelona parten como grandes favoritos a alzar el título de campeón, con plantillas profundas, talentosas y con muchísima experiencia en la competición, por lo que, salvo sorpresa, estarán en las eliminatorias.

Un pasito por detrás vienen clubes con numerosos recursos y plantillas de máximo nivel, aunque menos asentados en la zona noble del torneo como el Olympiacos, que acompañó a Madrid, Barça y Efes en la pasada Final Four y tiene un equipo aún más temible que hace un año. Los de El Pireo aspiran a volver a estar entre los cuatro mejores, igual que el AS Mónaco, que después de sorprender a toda Europa colándose en el play off en su debut, ha duplicado su inversión económica para tener aún más argumentos para estar arriba. El Armani Milán y el Maccabi, tercero y quinto en fase regular en la 2022-23, también cuentan con plantillas de muchos quilates con la intención de poner en jaque a los tres favoritos.

Si estos siete equipos cumplen con las expectativas generadas por sus plantillas, tan solo quedaría una plaza más para repartir de cara a las eliminatorias. En esa pelea aparece el imprevisible Fenerbahce, que podría tanto colarse en la Final Four como quedarse fuera del Top 8 en función de cómo maneje Itoudis las talentosas piezas que ha puesto el club a su disposición. Le acompaña el solvente Bayern de Trinchieri, que acumula dos participaciones consecutivas en el play off. Ambos parten con una pequeña ventaja sobre un grupo repleto de incógnitas en el que se puede encuadrar a la Virtus, el Valencia Basket, el Partizan, el Asvel o el Panathinaikos, mientras que el Estrella Roja, el Alba Berlín o el Zalgiris podrían ser considerados como las cenicientas del torneo. Estará en manos del Baskonia aferrarse a esa zona media que peleará por una de las codiciadas plazas del play off y evitar descolgarse demasiado pronto. Quedar en tierra de nadie en una pelea sin más alicientes que el reparto monetario sería un duro golpe para un Buesa Arena con hambre de batalla.

Alba Berlín

Máxima eficiencia. El conjunto alemán, uno de los más humildes de la Euroliga, siempre saca el máximo partido a sus recursos y es un referente en cuanto a gestión y búsqueda de talento. Mantiene el bloque y a su estrella Maodo Lo, con la baja de Da Silva.

Armani Milán

El gigante italiano. El conjunto dirigido por Messina siempre parte como aspirante al título, pero no termina de cuajar. En verano ha sufrido un lavado de cara y ha perdido a Delaney y Sergio Rodríguez, algo que ha compensado con el sonado fichaje de Pangos.

Anadolu Efes

En busca del triplete. El rival a batir y campeón de las últimas dos ediciones. Bajo el mando del siempre polémico Ergin Ataman, se ha vuelto aún más intimidante al añadir a Will Clyburn a su dúo galáctico formado por Vasilije Micic y Shane Larkin.

AS Mónaco

Aspirante incipiente. Tras convertirse en el equipo revelación la pasada temporada al alcanzar el Top 8, el club liderado por Mike James ha aumentado su inversión y pretende ir más allá con fichajes como Okobo, Lloyd o John Brown para alcanzar la Final Four.

Asvel Villeurbanne

Encomendados a De Colo. El club presidido por Tony Parker ha perdido en verano a sus principales activos (Okobo, Jones y la joya Wembanyama), pero ha protagonizado uno de los grandes fichajes con Nando De Colo. Aspira a estar en la pelea por el Top 8.

Barcelona

Eterno favorito. El enorme desembolso realizado por el conjunto culé en las últimas campañas no se ha visto recompensado de momento por éxitos en la Euroliga. Ha fichado experiencia para rodear a su estrella Mirotic y volver a intentar el asalto al título.

Bayern de Múnich

Hueso duro. Los hombres de Andrea Trinchieri siempre compiten, y lo han demostrado alcanzando el play off en las dos últimas temporadas. Intentará compensar la marcha de Hilliard con los puntos de Winston y rivalizar con el Baskonia en la pelea por el Top 8.

Estrella Roja

Amenaza en su cancha. No está entre las mejores plantillas del torneo y echará en falta a Kalinic, pero cuenta con un equipo muy físico con fichajes como Adams, Holland, Bentil o Hassan Martin. Dará guerra, sobre todo en su pabellón, pero no estará entre los mejores.

Fenerbahce

A remontar el vuelo. Fue una de las decepciones del pasado curso al quedar fuera del Top 8 con una plantilla potentísima. En verano ha afrontado una renovación profunda y quiere evitar otro fracaso, comandado por una garantía como Itoudis.

Maccabi Tel Aviv

Lluvia de estrellas. El conjunto israelí ha sido uno de los principales agitadores del mercado y aspira a regresar años después a una Final Four. Lorenzo Brown, Baldwin y Hilliard aseguran puntos y si encajan bien podría estar en la pelea por el título.

Olympiacos

El peso de la historia. El conjunto de El Pireo sorprendió la pasada temporada alcanzando la Final Four e intentará darle continuidad a ese momento de euforia y asentarse entre los mejores. Retener a Vezenkov ha sido su gran éxito del mercado.

Panathinaikos

De capa caída. El cuadro heleno lleva unos años de travesía por el desierto y ha afrontado una renovación con la intención de recuperar el rumbo. En principio no es una amenaza para el Top 8, pero si Ponitka mantiene el nivel del Eurobasket podría dar la sorpresa.

Partizan

Un regreso esperado. La vuelta del Partizan dará mucho juego este curso, tanto por el club en sí como por el regreso de la figura de Zeljko Obradovic. Necesitará aclimatarse, pero tiene jugadores como Nunnally, Exum o Papapetrou para dar más de un susto.

Real Madrid

Los ‘reyes’ de Europa. El club con más títulos europeos no aspira a otra cosa que no sea alzar el campeonato. Chus Mateo se estrena a los mandos de una plantilla profundísima con el gran dominador interior del torneo: Walter Tavares.

Valencia Basket

Bloque archiconocido. El conjunto ‘taronja’, de un nivel similar al Baskonia, continúa con la columna vertebral que tan buenos resultados le ha dado con Prepelic, Van Rossom, Dubljevic y compañía. Tendrá la presión añadida de no contar con licencia A.

Virtus Bologna

El resurgir de un clásico. Pese a ser su año de regreso a la Euroliga, la Virtus de Scariolo cuenta con plantilla y tradición baloncestística de sobra para codearse con los peces gordos del torneo y aspirar al Top 8. Dará espectáculo con Teodosic, Belinelli o Shengelia.

Zalgiris Kaunas

La cenicienta. Le sobra historia, tradición y pasión por el baloncesto, pero le faltan recursos y argumentos en la plantilla. Se ha reforzado bien con Brazdeikis, pero su principal objetivo será abandonar la cola de la clasificación. Siempre difícil de superar en su pabellón.