La segunda etapa de Jayson Granger en el Baskonia llegará a su fin este verano. Aunque todavía no existe anuncio oficial por parte del club, el jugador adelantó ayer en su Instagram que no jugará en el conjunto gasteiztarra el próximo curso. Lo hizo con una publicación que no da lugar a dudas, con una fotografía suya vistiendo la camiseta baskonista y un escueto mensaje: “Cést fini” (se acabó).

A falta de confirmación oficial, el base uruguayo será por lo tanto, el primero de los jugadores con contrato para la próxima temporada que dejará el Baskonia, en ese proceso de reconfiguración de la plantilla que tiene que afrontar la entidad. Granger aterrizó en Vitoria hace un año, procedente del Alba Berlin, y firmó por dos temporadas, hasta 2023. Sin embargo, el club se reservó una cláusula con la que poder romper unilateralmente el contrato al final de la primera de las dos campañas y, tras no haber convencido el rendimiento del base sobre el parqué, ha decidido ejecutarla para liberar masa salarial y hacer hueco a nuevas incorporaciones que puedan llegar en los próximos meses. El jugador, por su parte, apunta a regresar al Unicaja, con el que se le ha relacionado en varias ocasiones en el último mes.

Después de tres temporadas difíciles en Vitoria entre 2017 y 2020, en las que Granger pasó mucho tiempo apartado de las canchas por dos graves lesiones en el tobillo, el uruguayo logró recuperarse físicamente en el Alba Berlin y su positiva campaña en Alemania animó al Baskonia a ficharlo un año después de su marcha. Este curso ha conseguido quitarse esa espina que tenía clavada de su primera etapa y competir en plenitud de facultades físicas, aunque no ha rendido al nivel requerido para seguir un año más.

Sus números en ACB no han sido malos, con 8,8 puntos y 3,6 asistencias por partido, mientras que en la Euroliga sí que ha estado algo por debajo, con 7,3 puntos y 3,9 asistencias. La sensación es que ha ido de más a menos según avanzaba la temporada, y en sus últimos meses las imprecisiones y los errores se han ido incrementando. Los porcentajes desde la línea exterior no han sido buenos y cada vez que ha sustituido a Baldwin en el puesto de base el nivel del equipo ha caído notablemente. Eso sí, ha ejercido de manera ejemplar su capitanía, dando la cara ante los medios en los momentos más difíciles de la temporada, haciendo autocrítica y ejerciendo de líder en el vestuario.

UN CUPO MENOS

Con la marcha de Granger, el Baskonia se queda sin uno de sus cuatro jugadores formados en España, por lo que necesitará sumar como mínimo un cupo más a la plantilla este verano, ya sea mediante fichaje o subiendo al primer equipo a uno de los canteranos que han militado esta temporada en LEB Oro. Su condición de cupo fue una de las principales razones por las que el Baskonia apostó por su fichaje y es algo que convierte en atractivo también a Augusto Lima, uno de los jugadores por los que se ha interesado la entidad.