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La estadística confirma la superioridad de Rivero durante el partido de ayer. 27 puntos con unos excelentes porcentajes, tanto en tiros de 2 -78%, 6/7- y en triples -67%, 2/3-, para una valoración final de 31 puntos. Un roto. De grandes dimensiones. Es que el agujero en la zona fue enorme. Descomunal.

Sin capacidad para frenar a los interiores de Peñarroya. Dubljevic también hizo mucho daño. Los números del montenegrino -6 puntos y 5 rebotes- no fueron tan espectaculares como los de los de su compañero en la zona, pero también fue una auténtica pesadilla. Rebotes claves, canastas que hacían daño y fortaleza para candar el aro propio ante unos pívots baskonistas que ayer quedaron completamete empequeñecidos en las cercanías del aro. El +/- con él en cancha fue de +10 para el Valencia Basket, lo que deja bien a las claras la importancia de su presencia en la cancha. Superior.

Así se comportó el juego interior del conjunto taronja. Los números así lo confirman. Los interiores del cuadro levantino anotaron 24 puntos, por 22 de los del Baskonia, aunque bien es cierto que más de la mitad de ellos llegaron desde más allá de los 6,75 metros -Peters anotó seis puntos merced a dos de sus triples y Costello, otro tanto de lo mismo-.

Y es que una vez más, el cuadro azulgrana vivió volcado al exterior. El vicio del triple. Y es que de nuevo, los de Neven Spahiza lanzaron más de tres (29), que de dos (24) puntos. Sin el equilibrio necesario. Algo que sí tuvo un Valencia Basket con mucha más profundidad de banquillo. 33 lanzamientos de dos realizaron los de la Fonteta y 30 de tres, para un equipo con mucho más fondo de armario.

La estadística así lo confirma. 27 puntos anotó el banquillo del Baskonia y más del doble consiguieron los hombres de refresco del conjunto levantino (55). Muchos más hombres a los que vigilar. Un arsenal ofensivo mayor que el de un Baskonia, en el que sus principales peligros son sobradamente conocidos. Así es más difícil frenar a un rival.

De hecho, ayer en el Buesa Arena, el Baskonia se encontró con un enemigo inesperado, que al igual que Rivero tampoco había aparecido el pasado martes durante el primer partido como es el base Hermansson. El islandés jugó tan solo 4:19 en el arranque de la eliminatoria y su estadística casi se quedó en blanco. 0 puntos, 1 rebote y 0 de valoración. Pues bien, ayer fue el segundo jugador más valorado del Valencia Basket con 20 puntos gracias a un partido más que notable en el que anotó 20 puntos con 3/4 en tiros de dos y de tres (75%), 4 rebotes, 4 asistencias y tres faltas recibidas. l